Tras el asesinato de Fernando Baéz Sosa en Villa Gesell, Daniel Flores agradece poder contar lo que le ocurrió en abril de 2017 en la salida del boliche Jetlag en Nueva Córdoba.

Durante esa madrugada, egresados del colegio San Pedro Apóstol golpearon a Daniel de una manera brutal, dejándolo al borde de la muerte.

Oriundo de San Luis, Daniel se radicó en Córdoba para estudiar Ingeniería Electrónica en la UTN. Durante la Semana Santa de 2017, salió al boliche de Nueva Córdoba con sus compañeros de trabajo.

Cerca de las 4 de la madrugada, los agresores comenzaron a increpar al grupo y a agredirlos. Los patovicas "invitaron" a salir a ambos grupos para evitar cualquier conflicto dentro del boliche.

Daniel salió solo ya que sus compañeros estaban buscando sus abrigos. Mientras estaba en la vereda recibió un violento golpe por la espalda. 

"Me empiezan a pegar en todo el cuerpo hasta que me caigo. Me vuelvo a parar y la gente me vuelve a pegar", relató. Gracias a que pudo alejarse unos metros del boliche, unas cámaras de seguridad de un banco aledaño lograron captar el ataque.

"Me quebraron una cervical. Me pisaron el cuello", recordó Daniel.

Las secuelas

Tras la segunda golpiza, el joven puntano perdió el conocimiento. Cuando se despertó se encontró internado en el Hospital de Urgencia y con un grave panorama.

Muchos médicos y kinesiólogos se sorprendieron que Daniel siga vivo. Además de la fractura en la vértebra, sufrió otros golpes en el cuerpo y politraumatismo en el cráneo con coágulos.

Luego de ser atendido en el Urgencias, Daniel fue derivado al Sanatorio Allende. Durante seis días estuvo completamente inmovilizado mientras esperaba una prótesis especial. La riesgosa intervención quirúrgica a la que se sometió logró salvarle la vida.

Tras seis meses de rehabilitación, logró recuperarse. Sin embargo, varias secuelas lo acompañarán por el resto de su vida."No puedo mover bien el cuello. No puedo hacer más deporte: nadar, correr o jugar al tenis. No puedo dormir boca abajo", enumeró.

La causa y sus similaridades con el asesinato de Fernando

La gran repercusión del caso de Villa Gesell revivió el caso de Daniel. Ahora, recibe muchos llamados de familiares, amigos y medios de comunicación para solidarizarse con su caso.

"Vi los videos de Fernando y agradezco que yo pueda contarlo. Los golpes que él recibe son muy parecidos a los que yo recibí: en la cabeza, en el cuerpo", relató.

Pedro Despouy, abogado de Daniel, informó que ya hay una acusación firme y que esperan que el juicio oral y público empiece a mediados de año en la Cámara 12ª del Crimen.

En la causa, están imputados tres jóvenes por lesiones graves con penas que van de 1 año a 6 años de prisión.

Sin embargo, Despouy aclaró: "Están asentadas dos circunstancias agravatorias: la premeditación y la alevosía". De considerarse los agravantes las penas ascenderían de 3 años a 10 años de prisión.