Los fiscales que investigan la muerte de Diego Armando Maradona allanaron el domicilio de un empleado del abogado Matías Morla que trabajaba como chofer y que estuvo presente en el country San Andrés de Tigre al momento del deceso, mientras que en la ciudad de La Plata comenzaron a peritarse las computadoras secuestradas a los dos médicos investigados, informaron fuentes judiciales.

La persona cuyo domicilio fue allanado es Maximiliano Trimarchi (44) quien, según las fuentes, se identificó en el procedimiento como “empleado de Morla”, el letrado que era el último apoderado del “10”.

Este hombre además es hermano del abogado Marcelo Trimarchi, socio de Morla, y de Andrea Verónica Trimarchi, la contadora del exfutbolista y de Sattvica SA, la sociedad que tiene la explotación de las marcas comerciales “Maradona”, “El 10”, “La Mano de Dios”, “El Diego” y “Diegol”, entre otras.

El allanamiento fue realizado esta madrugada por el fiscal Patricio Ferrari –uno de los tres que llevan adelante la causa- en un departamento de un edificio de la calle Olazábal al 4800, en el barrio porteño de Villa Urquiza.

“Era un fantasma en la causa. Era uno de los pocos que estuvo presente cuando murió Maradona y cuando intentaron reanimarlo, y lo más sugestivo es que nadie lo había mencionado en la causa”, dijo a Télam uno de los investigadores judiciales del caso.

Del legajo fiscal que se formó en paralelo para investigar quién era este hombre, surgió que aquel 25 de noviembre ingresó a las 11.44 con un Ford Focus a nombre de Morla, del que él tiene cédula azul como autorizado para conducir, y que hasta las 18 entró y salió varias veces del barrio San Andrés.

La fuente judicial consultada aclaró que para Trimarchi “no hay imputación, ni lectura de derechos”, pero que ahora analizarán el contenido del teléfono –cuya clave aportó de manera voluntaria-, para ver luego en calidad de qué lo cita a declarar.

Fuente: Télam