La muerte del banquero Jorge Brito en un accidente aeronáutico es materia de investigación en la provincia de Salta.

El viernes por la tarde el helicóptero en el que viajaba Brito y el piloto Santiago Beaudean cayó en cercanías al embalse Cabral Corral.

Pasadas las tres de la tarde una mujer que practicaba raffting en la zona dio aviso a la policía al ver la aeronave destruida en el agua. Más tarde un nuevo llamado de otra mujer daba cuenta que su pareja se acercó al lugar y constató los dos fallecimientos.

Ese día Brito se había reunido con el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y se dirigía hacia su finca Las Costas ubicada en el departamento de Anta.

La última comunicación entre el helicóptero que piloteaba el dueño del banco Macro y la torre de control se refiere a precisar la hora de llegada a destino. “Se la voy a pasar ahora, en cuanto terminemos Cabra Corral le paso. Pero aproximadamente va a ser dentro de una hora”, avisaron desde el Eurocopter Ecureuil matrícula LV-FQN mientras sobrevolaba el río Juramento, según  publicó Todo Noticias.

La principal hipótesis sobre la causa del accidente apunta a una tirolesa que atraviesa el río a una altura que va de casi 170 metros hasta los 40. "La tirolesa partió la cola del helicóptero, se quedó sin rotor y eso hizo que se cayera el río", dijo Juan Manuel Pulleiro, ministro de Seguridad de Salta en diálogo con Radio Mitre. El funcionario señaló que se investigará los permisos y las señalizaciones a cargo de la empresa de turismo que opera las tirolesas.

"A partir de la intervención de la Administración Nacional de Aviación Civil en la investigación podremos saber si cumplieron o no con las normas de vuelo", expresaron desde el Ministerio de Seguridad de Salta según publicó La Nación.

Para esclarecer las circunstancias del accidente se espera acceder a la caja negra de la aeronave. En la noche del viernes arribó desde Córdoba una delegación de la Junta Nacional de Accidentes para realizar el peritaje.

La causa está en manos de los fiscales Ana Salinas Odorisio y Gustavo Torres Rubelt con apoyo de investigadores federales.