Confusión, disparos, choques y persecución en otro asalto en las calles de Córdoba
Cuatro ladrones en motos atacaron a un empresario que llevaba una millonaria recaudación. Para evitar el atraco, chocó contra dos autos. Los vidrios blindados detuvieron los proyectiles.
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Dos balazos a la altura de las ventanillas del rodado. Dos proyectiles que llevaban destino de vida humana. Fatales trayectorias a las que sólo un vidrio blindado pudo detener.
Todo sucedió en pocos minutos, tal como ocurre con los asaltos que se cometen a plena luz del día y con un objetivo específico.
La víctima, que podrá reconstruir lo sucedido, es Julio Kademian, un empresario del rubro combustibles, que ya había sido víctima de la inseguridad.
Pasadas las 9 del primer lunes del año el hombre se dirigía a llevar la recaudación del fin de semana a un banco ubicado en la zona sudoeste de la ciudad.
Al llegar a la esquina de avenida Fuerza Aérea y Vieytes el semáforo lo obligó a detener. De inmediato fue flanqueado por dos motocicletas. A bordo de cada una de ellas dos hombres armados, quienes de inmediato le apuntaron. Con inequívocos gritos y gestos le exigieron el botín que llevaba consigo: unos 3 millones de pesos.
Lejos de amilanarse, el empresario comenzó con bruscas maniobras evasivas. Avance y retroceso en el exiguo espacio que lo separaba de los vehículos que esperaban también la luz verde. Un auto y una camioneta chocados hasta que la camioneta pudo salir del encierro.
Al advertir la maniobra los delincuentes abrieron fuego contra el utilitario. Las balas se toparon con los vidrios blindados, por lo que no llegaron al destino previsto. Las estampidas del arma alertaron a una policía que se encontraba en la zona, quien de inmediato corrió al lugar y dio la voz de alto.
Sin botín y sin tiempo, los asaltantes emprendieron la fuga. Dos fueron detenidos minutos después a pocas cuadras: uno intentaba ocultarse debajo de un auto particular, el restante corría en busca de protección. A estas horas se busca a los prófugos.
Tanto el empresario como su acompañante resultaron ilesos, sólo atravesando nerviosismo. Golpes menores para los conductores de los vehículos impactados durante la evasión: un VW Voyage, conducida por un hombre de 41 años, y una Ford Ranger, manejada por un vecino de La Calera.