Personal policial interrumpió dos fiestas por no respetar las medidas sanitarias de distanciamiento social obligatorio por la pandemia del coronavirus, según informaron fuentes policiales.

Las reuniones sociales, que están prohibidas en toda Córdoba por la situación sanitaria, se llevaron a cabo en la madrugada del domingo en la localidad de San Francisco. Contando ambos eventos, se dispersaron un total de 150 personas.

En un domicilio de la calle España, en el barrio José Hernández, participaban de una fiesta privada 54 personas que fueron dispersadas. Otra fiesta clandestina tuvo lugar en calle Jerónimo Luis de Cabrera, del barrio Vélez Sársfield, donde se encontraban 96 personas.

En los dos casos se labraron actuaciones y se desalojaron las casas, en tanto que por instrucción de la Fiscalía de turno se identificó a todos los presentes.

Los procedimientos se dieron a partir de denuncias de los vecinos por ruidos molestos.