El represor Jorge "Tigre" Acosta fue condenado el viernes a 24 años de prisión en una causa que por primera vez juzgó delitos sexuales cometidos contra detenidas que estaban secuestradas en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura cívico militar.

Además se sentenció a 20 años de cárcel a otro represor que integró el grupo de tareas 3.3.2 de la ESMA, el agente de inteligencia Alberto González, en un veredicto emitido al finalizar el juicio a cargo del Tribunal Oral Federal 5.

Acosta, alias el "Tigre", y González, también conocido como "Gato" o González Menotti comenzaron a ser juzgados el 27 de octubre de 2020. Las audiencias fueron virtuales a raíz de la pandemia de coronavirus, y muchas fueron reservadas por el carácter de los delitos juzgados.

En ambos casos las penas fueron unificadas a prisión perpetua por la sumatoria de condenas anteriores impartidas a ambos represores en juicios anteriores por delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA.

Las violaciones ocurrieron en la ex Escuela Superior de Mecánica de la Armada, donde funcionó el mayor centro clandestino de detención durante la última dictadura militar.
Las violaciones ocurrieron en la ex Escuela Superior de Mecánica de la Armada, donde funcionó el mayor centro clandestino de detención durante la última dictadura militar.

Las condenas se dictaron por "violación agravada por haber sido cometida en concurso de dos o más personas, reiterada en -al menos- diez oportunidades", abuso deshonesto, privación ilegítima de la libertad y tormentos, delitos que se declararon imprescriptibles por ser de lesa humanidad.

Los jueces Adrián Grunberg, Daniel Obligado y Adriana Pallioti encontraron a Acosta culpable como autor penalmente responsable de los hechos cometidos contra tres víctimas, Silvia Labayrú, Mabel Zanta y María Rosa Paredes. En tanto, González fue condenado por los delitos cometidos en perjuicio de Labayrú, absolviéndoselo "por el beneficio de la duda" por dos hechos de violación agravada en relación a una de las víctimas.

Los abusos sexuales ocurrieron durante 1977 y principios de 1978, según la acusación con la que ambos represores llegaron a juicio, y los fundamentos del veredicto se conocerán el próximo 12 de octubre.

La Fiscalía había pedido condenas a 25 años de prisión para Acosta y González, en un alegato en el cual el fiscal federal Leonardo Filippini sostuvo que se probó que en el centro clandestino de detención que funcionó en la ESMA hubo una "violencia específica de contenido sexual e impacto especial sobre las mujeres ".

La larga espera de las víctimas:

"Hubo que esperar más de treinta años, a pesar de que los delitos sexuales fueron denunciados en el Juicio a las Juntas (impulsado por el ex presidente Raúl Alfonsín en 1985) pero no escuchados. Algunas de las sobrevivientes todavía no son conscientes de que fueron víctimas de violaciones. La vergüenza y la culpa, la condena social, la revictimización son barreras para todas las víctimas de violación, aún hoy ", dijo a Télam Myriam Lewin, periodista que estuvo cautiva en la ESMA.

La periodista Miriam Lewin, que estuvo detenida en la ESMA, dijo que hubo que esperar 30 años para que la justicia condene a los violadores. "Se nos acusaba de putas y de traidoras", afirmó.
La periodista Miriam Lewin, que estuvo detenida en la ESMA, dijo que hubo que esperar 30 años para que la justicia condene a los violadores. "Se nos acusaba de putas y de traidoras", afirmó.

"A nosotras, las militantes como dice Ana Longoni en su libro 'Traiciones', se nos acusaba de putas y de traidoras. Cuando salimos del campo, incluso desde organismos de DDHH se sospechaba que habíamos sobrevivido porque 'nos acostamos con los milicos'. Y que lo habíamos hecho por propia voluntad ", apuntó la actual titular de la Defensoría del Público.

"Hay muchas compañeras que aún hoy no pueden hablar de lo que les hicieron, de lo que les pasó. Porque no comprenden que si no se hubieran sometido, hubieran sido pasajeras de algún vuelo de la muerte. Por fin, como otros represores, el jefe del grupo de tareas de la ESMA y uno de los oficiales, fueron condenados por violadores. Ladrones de bebés, ladrones de propiedades y delincuentes sexuales. Es un día histórico, reparador para todas las mujeres, no solamente para las sobrevivientes de los campos " , remarcó Lewin.

Desde 2012, más de 120 represores fueron responsabilizados por delitos sexuales.

Fuente Télam