Del caso se desprenden las contradicciones de Federico Álvarez Castillo, respecto a encontrarse en el interior de su finca, ubicada en el departamento uruguayo de Maldonado, o haber filmado el hecho, pero también el repudio generalizado a haber arrojado un animal desde un helicóptero hacia una piscina.

La exposición del empresario y su esposa, la modelo Lara Bernasconi, hizo el resto: la Justicia tuvo que investigar el hecho, y le tomó declaración al responsable. “Nosotros somos las víctimas”, se apuró en decir.

Después de encontrarse con Álvarez Castillo, la fiscal del caso confirmó que al animal “lo retiraron de la piscina, lo asaron y lo comieron”. Para Ana Carolina Dean, se trató de “una broma”, ya que “nadie se come un animal que le tiran desde arriba. Además, el hecho fue filmado”.

Con la trascendencia que tomó el hecho en redes sociales, se supo que el animal, en principio un cerdo, terminó siendo un cordero. Pero no quedaron pruebas del hecho.

La Justicia uruguaya busca el helicóptero desde el que arrojaron el cerdo