Walter Perona, hijo de Rubén, el hombre de 67 años que falleció el domingo por la mañana en barrio Juan Pablo Segundo de Córdoba capital, asegura que su padre no recibió la atención medica necesaria para salvarlo porque la ambulancia llegó tarde. 

En dialogo con Cba24n, Walter admitió que "se equivocó" al tirar un ladrillazo a la ambulancia, pero que fue producto de la desesperación. Vale recordar que la denuncia fue realizada por el personal que atendió al hombre. Además la medica que fue al domicilio, quedó con el brazo cortado. 

"Mi papá tenia insuficiencia cardíaca y otras patologías más. Estuvo internado 10 días en la clínica Sucre. Cuando le dieron el alta nos dijeron que si se sentía mal llamáramos al servicio de emergencia o lo lleváramos al medico. Los del servicio de emergencia sabían que mi papá era un paciente de riesgo, ya habían venido otras veces", expresó. 

"Mi papá pasó la Nochebuena con nosotros, y el domingo a la madrugada empieza a sentir que le falta el aire. Le pide a mi mamá que llame a la ambulancia a las 4.45 am. A las 5.30 vuelven a llamar. A las 6 de la mañana, mi papá le dictaba desde la cama la dirección al chófer de la ambulancia, que le decía que ya estaban llegando. La ambulancia terminó llegando a las 7 y mi papá ya estaba descompensado". 

"Dos horas tardaron en venir. Y cuando la medica lo ve, dice que llevaba una hora de muerto cuando no fue así. Tenia los brazos morados de la internación. Nos dijeron que tardaron en venir porque era una villa y que no se ubicaban acá, encima nos trataron de villeros". 

"Admito que me equivoqué, pero soy una persona de bien", concluyó Walter. 

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