La fiscalía añadió una imputación, por nuevo agravante, contra Gerardo Javier Reyna, el hombre de 39 años que apuñaló a sus dos pequeños hijos, uno de los cuales murió. (VerDetuvieron a un hombre acusado de matar a su hijo de 10 años y herir gravemente a la de 6)

Según lo dispuesto por Paula Kelm, que instruye la causa, Reyna está acusado de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por femicidio vinculado por el asesinato de su hijo y por homicidio en grado de tentativa y femicidio vinculado en grado de tentativa por el ataque contra su hija, que permanece internada en grave estado en la ciudad de Córdoba.

El femicidio vinculado es una figura incorporada al artículo 80 del Código Penal en el año 2012, a través de la ley 26.791, y describe el acto por el cual un hombre ataca a una mujer "con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha mantenido una relación".

Es decir, el femicida comete un crimen sobre un vínculo familiar o afectivo de una mujer (a la que considera su propiedad) con el objetivo de castigar, destruir psíquicamente e incluso matar a la mujer sobre la cual pretende ejercer dominación.

En este caso el ataque contra los niños habría sido concebido por Reyna para afectar a su ex pareja.

Por la mañana, en diálogo con Canal 10, el abuelo materno de los niños, aseguró que su hija estaba separada del hombre hace un año, "porque era muy violento, muy agresivo".

Moyano, contó que la familia vivía en Chilecito, en la provincia de La Rioja, y el hombre se había mudado hacia nuestra provincia tras la separación. En ese sentido, aseguró que habían traído a los niños para que visitaran a su padre, sin imaginar el terrible final.