Poco después del mediodía del martes pasado, y aprovechando que el padre de familia había salido, tres delincuentes ingresaron a una vivienda de barrio Quebrada de las Rosas, de la ciudad de Córdoba, y sometieron a una brutal golpiza a una mujer, que terminó infartada en la terapia intensiva del Instituto Cardiológico.

En diálogo con Crónica Matinal, de Canal 10, Fernando, el esposo, contó la pesadilla que atravesaron su esposa y dos de sus hijos:  "Después de almorzar salí yo a atender otro consultorio, mi señora se quedó lavando los platos. En el momento que salgo yo cierro el portón, un portón corredizo, me subo al auto y veo que vienen dos personas "normales", nada de lo que uno tuviese que sospechar porque eran gente de la que no podía desconfiar. Indudablemente esas dos personas aprovecharon que yo salí, se aseguraron que yo me fuera y cuando me fui pegaron la vuelta, entraron por el portón, ingresaron por la puerta de la cocina-comedor.", relató el odontólogo, aún impactado por lo ocurrido.

De acuerdo con el relato, la mujer vio entrar a los sospechosos e intentó resistirse a los gritos, pero entre forcejeos y golpes, lograron reducirla. "La atan de pie y manos con unos precintos, y la golpean, la tiran al piso, mi señora a los gritos. Mis dos hijos más chicos que estaban acá en el domicilio, se alcanzaron a esconder en el sector de arriba y avisaron a la policía" contó Fernando, agregando que entre golpes, "le pedían dinero, joyas, le preguntaban dónde está el dinero y mi señora el dinero está en tal lugar, andá buscalo y andate, allá está el dinero, llevate todo lo que quieras", detalló.

Ataque violento a una mujer en su casa de barrio Quebrada de Las Rosas

Mientras tanto, uno de los hijos que se encontraba escondido en la parte superior de la casa, le envió un mensaje a su padre contándole lo que estaba sucediendo. "Yo en primer momento pensaba que era un chiste porque yo acababa de salir, lo llamo por teléfono a él , le pregunto dónde estaba, me dice que estaba escondido junto con mi hijo menor, en un altillo y que ya había llamado a la policía. Entonces yo llamo a la policía nuevamente me corroboran que ya había un móvil en mi domicilio, y salgo rajando para mi casa", indicó el hombre.

La desesperación de Fernando llegó al extremo cuando volvió a llamar a su hijo y éste le contó que había escuchado disparos y vidrios rotos: "Cuando venía yo activaba las cámaras de seguridad de mi teléfono y la intentaba llamar a mi señora, pero no me podía atender porque obviamente le habían sacado el teléfono, la habían maniatado, y lo llamo de nuevo a mi hijo, y mi hijo me dice escucho unos disparos, escucho vidrios rotos, y realmente desesperante la situación, porque yo pensaba que a mi señora la habían matado, por las cámaras de seguridad no la veía a ella", contó el hombre.

Cuando llegó a su casa, vio que habían acudido varios móviles policiales. Los ladrones ya se habían ido, y Fernando vio que su mujer ya estaba relativamente bien, al recibir la ayuda de la policía y de varios vecinos. Lamentablemente, no todo iba a terminar ahí. 

"Después de todo esto, a las 15 empezó a sentir un dolor fuerte en el pecho", contó el hombre, quien trasladó de inmediato a su esposa a un centro de salud, donde le indicaron que había sufrido un infarto e iba a permanecer en terapia intensiva. "Le hicieron un cateterismo y ahora está en terapia internada, esperando que se normalice la función cardíaca, la lesión que le ha quedado en el corazón".

Por último, el hombre dijo que siempre había tenido claro que, en momentos de altísima inseguridad e incremento de robos, les iba a "tocar, tarde o temprano, pero nunca supe la sensación que queda después de esa situación: una sensación muy fea muy horrible, angustia, bronca , todas las sensaciones feas que uno se pueda imaginar, vulnerabilidad, de sentirse ultrajado, sentirse mal, mal" contó Fernando.

El damnificado destacó el rápido accionar de la policía y la pericia con la que actuaron. No obstante, dijo que con la violencia que hay "no hay policía que aguante. No basta".