El miércoles por la mañana se conoció la noticia de la muerte de una joven comunicadora, artesana y militante feminista en la ciudad de Humahuaca, Jujuy. 

En un primer momento circuló que Rocío Fernández, de 33 años, había sido víctima de femicidio. Su pareja fue hallada en otra habitación de la casa, desvanecido y con signos de deshidratación, horas más tarde también falleció.

El Ministerio Público de la Acusación (MPA) informó que el deceso de la joven habría sido por inhalación de monóxido de carbono.

Sin embargo la autopsia de Rocío fue postergada para el viernes a pedido de su madre. 

"La autopsia estaba fijada el jueves pero establecimos comunicación con la madre de la víctima que es oriunda de Buenos Aires y pidió que la aplacemos. Consideramos que es su derecho y la vamos a postergar", expresó el Fiscal Diego Cussel a un medio gráfico de Jujuy.

Ana, una amiga de Rocío, fue quien hizo la denuncia este martes, cuando fue a buscar a su amiga a la casa porque no sabía nada de ella hacía dos días. "Teníamos reunión de producción para nuestro programa del miércoles, y a esas reuniones Rocío nunca faltaba", relató. 

Cuando abrió la puerta, que estaba sin llaves, y vio que el perro de su amiga estaba muerto, se acercó al primer policía que encontró en la calle y fueron a la comisaría a hacer la denuncia. “Tardaron 6 horas en entrar a la casa. Todo ese tiempo estuvimos sin saber nada, ni siquiera sabíamos si nuestra amiga estaba viva o muerta”, relató Ana, y agregó que “antes de llamar a la familia de Rocío, la misma Policía filtró información, que no estaba constatada por nadie, y los portales locales de noticias empezaron a publicar la foto de ella”.