Un equipo de trabajo periodístico que desempeñaba funciones un día cualquiera en el Hospital de Tartagal 'Juan Domingo Perón' volvió a sus respectivas viviendas con la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus aplicada.

Así se puede graficar una situación que planteó el gerente del nosocomio, Juan López.

El motivo parece no sorprender: "Durante varias semanas hubo una campaña en contra de la efectividad de la vacuna rusa y  ni el propio personal de salud tenía confianza en aplicársela".

La singularidad de la Sputnik V es que, como muchas otras, los frascos que cuentan con varias dosis deben descongelarse.

Por eso, ante la negativa de varios médicos, se decidió recurrir al personal de la comunicación que se encontró en el lugar.

Las autoridades también confiaron que se la aplicaron  "a los referentes que están al frente de los merenderos" y hasta a la legisladora provincial Gladys Paredes. La esencialidad se fue corriendo de lugar.