La historia de Pablo Musse se caracteriza por la tristeza de un triste final. Es que el hombre, oriundo de la neuquina localidad de Plottier, no pudo ver a su hija Solange antes del fallecimiento, pese al intento.

La cuestión surge hace unos días, cuando según comentó un control policial en Huinca Renancó le exigió contar con un resultado negativo de hisopado por coronavirus para poder ingresar al territorio provincial, y fue obligado a regresar.

En las últimas horas se confirmó que la joven, quien sufría "un cáncer de mama de grado 4", falleció.

La circulación en tiempos de pandemia no es una cuestión menor, y por eso se supo que en las últimas horas se produce un intento de avance en tal sentido en la Legislatura Unicameral.

Musse se encontraba aguardando la autorización del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) cordobés para entrar y poder llegar hasta Alta Gracia.

Notificó que había instalado la aplicación obligatoria para la georreferencialidad en Córdoba.

En la Unicameral

En las últimas horas, un proyecto de la legisladora Cecilia Irazusta apunta a cuestiones tendientes a reglamentar un mentado "último adiós".

Se apunta a "la regulación del protocolo aplicable a aquellas personas internadas" tanto en clínicas públicas como privadas sea por coronavirus "u otras patologías", con una valoración clínica que revista "una evolución irreversible hacia la fatalidad".

Un comunicado del órgano legislativo señala: "La intención es favorecer que estos pacientes puedan despedirse de sus seres queridos. Para avanzar en el estudio de esta iniciativa, se acordó convocar para la próxima reunión a autoridades del COE provincial".