La sonda europea Solar Orbiter ya está de camino al Sol luego de ser lanzada al espacio desde el cohete Atlas V el pasado domingo en Cabo Cañaveral, al sur de los Estados Unidos.

El lanzamiento fue a las 23:30 hora de Cabo Cañaveral del 9 de febrero (1 de la madrugada del 10 de febrero, hora Argentina). Luego de despegar, el Solar Orbiter no llegará a su destino hasta 2022, cuando se ubicará en órbita a unos 42 millones de kilómetros de la estrella.

La Solar Orbiter pesa 1800 kilos y con sus paneles solares desplegados, alcanza una longitud de 18 metros. Tiene instalado un escudo negro térmico de titanio recubierto con fosfato, lo que le permitirá resistir temperaturas de hasta 500 grados centígrados.

La misión de la Agencia Espacial Europea (ESA), en colaboración con la NASA, tendrá una duración de siete años y se espera que sea la primera en captar imágenes de las regiones polares del Sol. Está equipada con instrumentos útiles para observar la atmósfera, los polos y el disco solar.

La sonda estudiará la estrella central en el sistema planetario en el que se encuentra la Tierra y tratará de pronosticar el comportamiento del Sol y sus efectos en nuestro planeta, ya que posee la tecnología suficiente para realizar observaciones directas sobre el astro rey.

Con los nuevos datos arrojados por la Solar Orbiter, los científicos esperan poder predecir fenómenos meteorológicos espaciales como las tormentas y vientos solares. Así, podrán minimizarse sus efectos sobre satélites, redes eléctricas, de telecomunicaciones y de sistemas de posicionamiento global (GPS).