La polémica se encendió luego de una videoconferencia con los diputados que integran la comisión de Seguridad, donde la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, explicó que el Gobierno, a través de las fuerzas federales, realiza un “ciberpatrullaje” en las redes sociales con el objetivo de “detectar el humor social”.

“Nos ha permitido trabajar sobre alertas tempranas para prevenir diversas situaciones. No es ciberespionaje, es ciberpatrullaje. Se hace un rastreo por lo que es público en las redes. Twitter, Facebook e Instagram tienen muchas cuentas que tienen faceta pública y otra privada. Las fuerzas federales solo acceden a lo que es público y eso permite anticiparse a una dimensión del humor social, no a todo”, dijo la ministra.

A lo que agregó: “Es estar atentos a las tensiones sociales y a la incitación a cometer delitos como la convocatoria a saqueos. Incluso, es necesario prevenir el grooming. Si observamos que en el mundo se registran cada vez más delitos mediante estos dispositivos, es necesario que el Ministerio analice cómo se alientan o producen”.

Esto despertó las alertas de la oposición política y también de especialistas de protección de los derechos humanos en el uso de internet. 

"Es muy mala idea que puede servir para perseguir y censurar"

Al respecto, en la Crónica Matinal de Canal 10 conversaron con Andrés Piazza, abogado cordobés especializado en derecho informático.

"La analogía con el patrullaje policial del espacio público no es la mejor. No es lo mismo que un auto de policía circule por las calles viendo qué delitos puede haber, sino que aquí se habló del monitoreo del humor social en tiempos de pandemia, por lo cual ha recibido numerosas críticas por continuar una práctica que venía de la gestión anterior", dijo. 

"La oposición de aquel tiempo (de Mauricio Macri) cuestionaba este tipos de prácticas", reiteró sobre la paradoja de esta situación.

"Puede afectar la libertad de expresión, en tanto se usan plataformas que son públicas, donde no se violan sistemas de seguridad para acceder a la información, pero no son equiparables al espacio público en todos sus sentidos, porque puede ocasionar un elemento intimidatorio para la opinión porque un oficial de la fuerza federal puede estar viendo", argumentó en su crítica. 

Además, agregó que "existe una dosis de invasión a la privacidad". 

"Continuar con estas políticas es muy mala idea, argumentaciones ´flojas de papeles´, que puede servir para perseguir y censurar", fustigó. 

Puso reparos en que se mantengan los armados de causas y persecuciones a militantes opositores, que publicaban contra el presidente Macri.