Todo comenzó el 4 de febrero, cuando una cuenta de Twitter llamada “Catador de alfajores” (@alfajorperdido) publicó un sorteo para sus seguidores: “Sorteo tres cajas de alfajores Havanna 70% cacao entre todas las cuentas que me sigan y le den RT a este tuit. Se retiran en CABA”, indicó quien maneja la cuenta.

Luego agregó: “Va a haber dos ganadores: 14 alfajores para el primero, 13 para el segundo. El sorteo se hace el sábado 8 de febrero”.

El “Catador de Alfajores” se llama Facundo Calabró, tiene 22 años, es locutor, community manager y estudiante de Letras. Facundo vinculó sus estudios y trabajo con una de las golosinas más famosas de la Argentina.

Ese sábado, por la mañana, el dueño de los alfajores GuaymallénNéstor Hugo Basilotta, le respondió a la publicación: “¿Tres cajitas le dieron, catador? ¡La próxima le dan tres alfajores! ¡Qué bárbaros! ¡Venga que yo le doy mucho más caviar!". 

Polémico cruce en Twitter entre el dueño de Guaymallén y un “catador de alfajores”

"Caviar" en clara referencia al alfajor triple de membrillo que lanzó la marca en los últimos meses.

Hasta allí, el diálogo entre ambas cuentas era cordial: “Cuando quiera, Hugo. Hacemos un buen sorteo de caviar. Ponga el premio. Y acá reclaman entrega a todo el país...”, contestó el catador.

“Venga el martes, catador, y sortee 20 cajas de caviar por 24 alfajores para sus seguidores. No sea ‘finoli’”, sostuvo el dueño de la marca que produce sus alfajores en el barrio porteño de Mataderos.

Entonces se inició una batalla por ver quién se hacía cargo del envío de los 480 alfajores que Basilotta entregaba para un nuevo sorteo.

“Negociemos: 10 cajas con envíos a todo el país a cargo de Guaymallén. ¡Sea federal!”, redactó el catador.

Y Basilotta respondió: “Escúcheme, catador. Le estoy regalando 20 cajas para que las sortee entre sus seguidores. ¿Y encima yo tengo que pagar el envío? Yo no negocio nada. Si no las quiere, sortee 70% cacao y cachafaces”.

Y la respuesta del Catador no se hizo esperar: “¿Cómo hago para retirar veinte cajas por Mataderos? ¿Con un camión de mudanza? Después: cada envío, que sale 600 pesos. Ya ahí tengo 12.000 pesos. ¿Se cree que nací en cuna de oro? Guaymallen es un negocio, lo mío es mera filantropía”.

Y agregó: “Piensan que Guaymallén hace caridad. Es la empresa más millonaria del país”.

Por último, Basilotta no retrocedió: “Bueno lamentablemente este filántropo de alfajores finolis me falta el respeto por segunda vez. Por lo tanto, hasta aquí llegó mi paciencia. Que siga catando alfajores para la gilada. Y que tenga mucha suerte. Ah, y ojalá encuentre un trabajo digno”.

“Qué lástima, don Hugo, yo a usted lo respeto enormemente. Sólo que pensé que como acusaba a otras empresas colegas de ser tacañas, iba a pagar diez envíos a todo el país. Pero bueno, se ve que Guaymallén anda corto de presupuesto...”, sostuvo el catador. Y completó: “Yo no mangueé nada a nadie. Él se ofreció. Pero parece que la generosidad tiene un límite”.

Quimey Herrera on Twitter