"Cuando lo visité en la cárcel Lula me dio una sola orden, 'vos tenes que ganar en Argentina'. Cumplí Lula, gané en Argentina y pusimos de pie Argentina y vamos a poner de pie a América Latina con todos ustedes", dijo Alberto Fernández en la apertura de la reunión del Grupo de Puebla en Buenos Aires.

En el panel lo acompañaron Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil, Ernesto Samper, expresidente de Colombia y del Unasur, Aloizio Mercadante Oliva, fundador del Partido de los Trabajadores, y el político y cineasta chileno Marco Enríquez-Ominami.

De saco azul y camisa celeste, Fernández reivindicó en su discurso a las figuras de Lula, de Hebe de Bonafini, de Raúl Alfonsín, de Eva Duarte y de Juan Domingo Perón.

"Nunca debemos dudar de estar al lado del que está preso injustamente", expresó sobre su visita a Lula en la prisión de Curitiba. Y lo asoció con la lucha de las Madres de Plaza de Mayo al señalar a Bonafini quien se encontraba sentada en primera fila.

"El continente no pasa el mejor momento", dijo para describir su visión sobre América Latina. En este sentido nombró el encarcelamiento del vicepresidente de Ecuador, las protestas en Chile y las marchas que piden la destitución de Evo Morales en Bolivia.

"Tenemos que trabajar mucho para que la democracia impere en nuestro continente. Garantizar todas las libertades. Hacerlo con inteligencia, respetando a cada pueblo, incitando a cada pueblo a que encuentre los caminos de sus libertades, no entremetiéndonos sino ayudándolos, ese es el modo", aseguró.