Este jueves, en conferencia de prensa, Abuelas de Plaza de Mayo comunicó la restitución de la identidad del nieto 130.

Se trata de Javier Matías Darroux Mijalchuk, hijo de Elena Mijalchuk y Juan Manuel Darroux, desaparecidos en diciembre de 1977 cuando él tenía cuatro meses.

En Nada del Otro Mundo, por la FM 102.3 Más que Música dialogó el tío de Javier Matías. Roberto Mijalchuk, que nunca bajó los brazos en este largo proceso de búsqueda y dolor, confirmó que mantuvo la misma línea de teléfono fijo sólo para encontrar a su sobrino.

“Tengo otras líneas y nunca di de baja esa línea, por la que pago 360 pesos por mes. No realizo llamadas, no recibo llamadas, sólo está colocado para que Javier Matías me llame, cosa que ocurrió hace tres años atrás”, detalló.

Explicó que en el 2016 se terminaron de confirmar todos los trámites correspondientes a la restitución histórica de Javier Matías.

Movilizado, Roberto contó: “Hace tres años que lo conozco. Hace tres años era el nieto 122. Ahora pasó a ser el 130. Así que me alegro que haya habido ocho personas más restituidas”.

La llamada tan esperada la recibió por parte de Abuelas de Plaza de Mayo. “Nunca hay que bajar la guardia. Jamás. Yo he dado (batalla) en soledad y tristeza, con mis padres y sin mis padres”, enfatizó.

Y recordó una idea que manifestó en la conferencia del jueves: “Un desaparecido es un muerto que vuelve todos los días. Vuelve con cada boleta, con cada cartita debajo de la puerta. Vuelve con cada propaganda de una pizzería o delivery. Y fueron 40 años que, con cada carta de impuestos o lo que sea que llegaba, lo estaba esperando”.

Sin embargo, como mencionó públicamente, sin desmerecer la celebración, Roberto también recuerda el duelo. “Javier apareció y él declaro algo que a mí me movilizó mucho y me hizo mucho daño. Dijo una verdad que yo no contemplaba por la alegría de estar con mi sobrino recuperado. Javier dijo: ‘La mera existencia de mi recuperación da por tierra los anhelos de él de recuperar a su hermana con vida’”, haciendo referencia a Elena Mijalchuk, hermana de Roberto y madre del propio Javier Matías.

Así, dijo que “con la aparición de Javier Matías muere mi esperanza de encontrar a mi hermana y a mi otro sobrino, porque ella estaba embarazada de dos meses. Yo tenía noticias que ella había sido arrojada en un “vuelo de la muerte”. Los cobardes militares no tuvieron ni siquiera la valentía de asesinarla. La doparon, le dieron una sedación suave y la tiraron desde un Hércules al Río de La Plata para que muera ahogada estando embarazada”.

La entrevista culminó con una petición: “Yo no busco venganza. Lo único que pido es que la sociedad no sea necia y no cierre los ojos”.