El fugitivo más buscado del planeta, Abubaker al Bagdadi, líder del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), reapareció este lunes en un vídeo por primera vez desde 2014 y al mes siguiente de la caída de su último feudo territorial.

Ni los servicios de inteligencia estadounidenses, que han puesto un precio de 25 millones de dólares de recompensa, ni los agentes rusos en las filas del régimen sirio han dado aún con su paradero, presumiblemente en algún refugio desértico en la frontera entre Siria e Irak.

Entre su primera imagen -mitad insurgente yihadista, mitad clérigo suní-, cuando proclamó el califato en la gran mezquita al Nuri de Mosul (norte de Irak) y la grabación ahora difundida  media la costosa derrota de un culto del terror, que emprendió el genocidio de la minoría religiosa yazidí y llegó a controlar a 11 millones de personas en un territorio del tamaño del Reino Unido, con la abierta complicidad de naciones que les compraban petróleo financiando su operación.

El vídeo, de 18 minutos de duración y en el que aparece sentado sobre las piernas cruzadas y con un fusil Kaláshikov a su lado, ha sido hecho público por la agencia audiovisual yihadista Al Furqan, fuente habitual de la propaganda del ISIS.

Algunos dirigentes del Estado Islámico aparecen también con la cara cubierta para no ser identificados. Para confirmar que sigue con vida, Al Bagdadi hace referencia a muchos acontecimientos recientes, como los atentados de Sri Lanka que se ha atribuido el Estado Islámico, y asegura que está inmerso ahora en una "guerra de desgaste”.

En la grabación, difundida a través de la red social Telegram, sostiene que sus combatientes no entregaron la localidad siria de Baguz a las milicias kurdo-árabes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) —respaldadas por Estados Unidos— sino que murieron combatiendo hasta el final, como hicieron también en Mosul y en Raqa, la ciudad siria desde la que gobernó más tarde el califato. Al Bagdadi, que ha sido dado por muerto en más de una ocasión, también promete en el vídeo que vengará a los yihadistas muertos o hechos prisioneros.

En contra de lo afirmado por su líder, los yihadistas del ISIS se han ido entregado en Baguz, en la frontera sirio-iraquí, las fuerzas kurdas que les cercaban a lo largo de los últimos meses, después de haber obtenido garantías para la evacuación de sus familiares.

Pese a que los mandos kurdos proclamaron la conquista de Baguz el pasado 23 de marzo, la captura de yihadistas ocultos en cuevas se ha prolongado durante las semanas siguientes de. En 2017, las milicias del ISIS alcanzaron también un acuerdo con las FDS para desalojar Raqa tras los intensos bombardeos aéreos de la coalición internacional liderada por EE UU.

Además de alabar en el vídeo a los terroristas que mataron a más de 250 personas en Sri Lanka el pasado Domingo de Resurrección, el líder del ISIS dice que acepta el juramento de lealtad expresado por Adnan Abu Walid Sahraui, antiguo alto cargo de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y que comanda actualmente Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS, por sus siglas en inglés), activo principalmente en Malí y Burkina Faso.

Al Bagdadi se refiere sucesivamente a la caída de Abdelaziz Buteflika, en Argelia (el pasado día 2), y a la de Omar al Bashir, en Sudán (el día 11 de abril), así como a la reelección del primer ministro Benjamín Netanyahu en las legislativas de Israel (el día 9). En la cinta, cuya autenticidad no puede ser verificada de forma independiente, se indica que ha sido grabada a comienzos de abril.

Desde la proclamación del califato en 2014, el ISIS ha sido difundidos varias cintas de sonido atribuidas a Al Bagdadi, la última el pasado mes de agosto, cuando animó a sus combatientes a “perseverar” en la lucha contra sus enemigos. A lo largo de más de ocho años de guerra en Siria, la aniquilación del Estado Islámico ha sido el único objetivo compartido por contendientes enfrentados como Rusia e Irán, aliados del régimen; Turquía, asociado a la rebelión islamista, y EE UU, que ha bombardeado sus bases durante más de cuatro años para sostener el avance de los milicianos kurdos que han derrotado sobre el terreno al califato territorial.

Como insurgencia yihadista, el ISIS sigue estando en condiciones de golpear a través de grupos musulmanes suníes radicales en todo el mundo, como se acaba de comprobar en Sri Lanka. Al Bagdadi ya advirtió en su anterior mensaje de audio, que la pérdida de territorio no debe condicionar la victoria final de los yihadistas.