Abril de 2010. Una plataforma petrolera, tres trabajadores, un ejecutivo y el espectro de un obrero muerto pretenden situarnos en la trama de una historia que interpela la explotación indiscriminada del capitalismo mundial. ¿Quiénes son esos imperceptibles engranajes?

Individuos anónimos dispuestos a pagar con la vida su parte del sueño americano.

Esta pieza teatral del dramaturgo venezolano Gustavo Ott toma recursos del teatro documental basado en hechos reales y se propone indagar y hacer reflexionar acerca de la capacidad depredadora del hombre sobre el medioambiente y sus semejantes.