La desazón se mezcla con la bronca, porque la investigación de los hechos apuntan directamente a una responsabilidad, y posterior encubrimiento, de efectivos de la Policía Bonaerense.

La muerte de tres adolescentes (dos de trece años y otro de catorce), más un joven de 22 años en las primeras horas del lunes, al impactar con el Fiat Spazio en el que iban “cantando” contra un acoplado detenido en la localidad de San Miguel del Monte, se produjo en medio de una persecución de un vehículo policial.

Las pericias confirmaron que hubo disparos e inclusive en el glúteo de una de las víctimas se halló la bala de una pistola 9 milímetros, la que utiliza la fuerza de Seguridad.

Este jueves fueron despedidos los restos de las cuatro víctimas, que viajaban junto a otra adolescente, de quince años, quien se encuentra grave.

Por el caso hay siete integrantes de la Bonaerense detenidos, por ser parte de la persecución y sus actuaciones posteriores: tomas de declaración a testigos defectuosa e inclusive la denuncia de un presunto intento de soborno al camionero, que descansaba con su vehículo detenido en la calle, y que fue protagonista del fatal desenlace.

El rechazo del ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, al procedimiento, derivó además en que doce efectivos sean separados de su cargo.