El fallecimiento de Ernesto Salum provocó una gran tristeza en la comunidad de Talleres, al saberlo un colaborador incansable, que intentó de forma activa su recuperación institucional y deportiva, en los momentos más difíciles de su historia.

Salum integró el Fondo de Inversión Azul y Blanco, que coadministró el proceso posterior a la quiebra del club dispuesta por la justicia. Su tarea fue intensa y de una gran solidaridad. Fue uno de los principales impulsores de la llegada de Andrés Fassi a la presidencia de la entidad.

Su gran labor y desinteresada actitud por mejorar la salud del club de sus amores le valió el reconocimiento de los simpatizantes y de sus antiguos pares, hoy testigos de su sentida partida.