Fue un triunfazo de punta a punta. Sin perder el gran protagonismo del partido ni el control del resultado (fue siempre arriba en el marcador) el seleccionado argentino de básquetbol se anotó una victoria épica ante el poderoso Serbia, al que le ganó 97 a 87, por lo que el viernes se medirá con el ganador de Estados Unidos-Francia, en una de las semifinales del campeonato mundial de China.

De la mano de un gran Facundo Campazzo, más el aporte homogéneo e invalorable de todo el equipo, en el que también sobresalieron Luis Scola y Patricio Garino, el equipo albiceleste controló cada atisbo de reacción de los serbios, muy superiores en estatura, no así en talento.

En ese sentido, Argentina hizo diferencia en lo individual y en lo colectivo. El cordobés, nacido al básquetbol en el club Municipalidad, hoy jugador de Real Madrid, marcó el compás del equipo, que no se dejó avasallar por su portentoso adversario. Ni Nemanja Bjelica, ni Nikola Jokic, ni Bogdan Bogdanovic con sus dobles y triples lograron conmover a Argentina, que se mantuvo en pie a pesar de las arremetidas de los europeos.

La diferencia en el marcador siempre osciló en menos de ocho puntos. En esa distancia descansaba Argentina cada vez que acertaba y su rival se equivocaba. En algún tramo del tercer cuarto Serbia estuvo un punto arriba. Sin embargo, los dirigidos por Sergio Hernández nunca se quebraron. Enfrentaron la diferencia de altura con otros recursos, expuestos por todo el plantel, ya que en algún momento del encuentro su formación estuvo regada por quienes habitualmente no aparecen como titulares. En ese sentido, la labor de Luca Vildoza y de Nicolás Laprovíttola en la conducción acompañando a Campazzo y en su eficacia  en la ofensiva, fue elogiable.

En el último cuarto y cuando se esperaba una reacción Serbia, Argentina supo tener el temple suficiente como para terminar el juego con una distancia de 10 puntos. Lo logro con Campazzo que hizo todo bien, con Garino, Delia y Scola que aguantaron a las torres serbias y aportaron también en ofensiva y en todos los demás integrantes que se adecuaron a las circunstancias y contribuyeron con valiosos aportes para que el equipo nacional se meta en semifinales y sea uno de los cuatro mejores del mundo.