Con alrededor de 70.000 habitantes, que provienen de casi 100 países diferentes, las Islas Caimán se han convertido en un lugar emblemático, con playas de arena blanca y un mar increíble, acompañados de la naturaleza que va desde un jardín botánico hasta el nado con mantarrayas en el medio del océano. Y como si eso fuera poco, también cuenta con galerías de arte y experiencias de buceo. 

Turismo Islas Caimán

Andrea Tosi, responsable de comunicación de las Islas Caimán en Argentina, nos comentó que “este destino no tradicional con muchas playas paradisíacas con aventura, gastronomía y glamour se puede visitar vía aérea desde Panamá (una hora y medio de vuelo), Miami, Nueva York y Tampa”

Luego destacó que “geográficamente está entre Jamaica y Cuba, con una fosa marítima que permite no tener huracanes en todo el año y tampoco sargazo (algas marinas de color marrón), la temperatura del agua es de 27 grados promedio todo el año, y de 25 a 35 grados los 365 días del año”.

Turismo Islas Caimán

Los costos de los vuelos dependen de la época del año, hay que hacerlo con las agencias de viaje que tengan cupos aéreos más baratos que se hagan. La seguridad en las islas es una garantía, es un destino británico con la mixtura de lo europeo con lo caribeño, y tiene mucha seguridad a punto tal que se puede caminar por la playa a las 3 de la mañana y no pasa absolutamente nada. Sin duda, te sentís seguro porque todo funciona bien y eso es una tranquilidad extra.

ROMANCES A FLOR DE PIEL

En cuanto a la gastronomía se puede decir que Islas Caimán son la capital turística del caribe, entonces en la Isla principal que es Gran Caimán con 190 kilómetros cuadrados y más de 200 restaurantes, hay para todos los gustos.

Turismo Islas Caimán

Desde comida tailandesa hasta cevichería, incluso uno de los hoteles tiene un chef argentino que desde el ingreso al hotel ya te obsequia alfajores.

Como si esto fuera poco, dicen que Islas Caimán es el lugar elegido donde las historias de amor comienzan, con playas solitarias donde el amor fluye por doquier. Las mañanas tranquilas, las tardes intrépidas seguidas de cenas para compartir de a dos, e incluso formalizar bodas. ¿Qué más se puede pedir?.