Hay canciones que gracias a su identificación con la gente sitúan lugares en los mapas. Es el caso de “En el muelle de San Blas”, del grupo mexicano Maná, que a finales de los noventa convirtieron una historia real (y local) en una canción universal. Así ubicaron esta localidad mexicana, en el estado de Nayarit, en los mapas mentales de fans que supieron que el muelle de San Blas existe y que se asoma al Pacífico desde un lugar tocado por una varita mágica y de gran importancia para la historia de Nayarit.

Si a esto le sumamos el partido definitorio que afrontará Argentina con México el sábado a las 16 llegamos a la conclusión que un poco de relax estimula y sienta bien para aplacar la ansiedad. Aquella canción, un tanto cursi para los puristas de la música, pero para otros con una melodía simple que enriquece el espíritu cuenta con el añadido de ser muy pegadiza, por lo que escucharla es un riesgo. “Uh-uh-uh-uh, uh-uh.... Ella despidió a su amor...”. Haga la prueba (si no lo ha hecho ya) y verá cómo después de atravesar la mente, la melodía y la letra se quedan ahí, dentro, horas y horas, sin que sea posible desprenderse de ellas. “Sola en el olvidooo,” continua para copar a los melómanas de América.

Panorámica de los manglares en San Blas.

El parque nacional La Tovara (que en indígena significa agua que corre por sus piedras calizas) es una de las maravillas naturales del estado de Nayarit y de todo México, un asombroso manantial que desemboca en el mar. Las largas ramas de los manglares y las raíces aéreas que descienden hasta hundirse en el agua, que absorben para alimentar así a las de arriba, no dejan penetrar ni un rayo de luz y resguardan más de 700 especies de plantas, además de 199 especies de aves, 90 de mamíferos, 22 de reptiles, 9 de anfibios, 160 de insectos, 31 de peces, 3 de moluscos y 3 de crustáceos. No es extraño que obtuviera en 2008 el distintivo Ramsar como humedal de importancia internacional. 

El muelle de San Blas, el nombre de la canción de Maná.

Para los amantes de la fauna silvestre hay para todos los gustos. El carpintero mexicano, la elegante garza canela, las calandrias, las cotorras, el trepatroncos, el caracolero o la cantarina chachalaca; y pone ojo avizor para advertir de las frutas de las anonillas que tanto gustan a las tortugas, de la presencia de higueras blancas y de las pitahayas. 

Hay que detenerse ante tres cabañas para el avistamiento de aves dispuestas sobre el agua y recordar Cabeza de Vaca, aquella película de 1991 interpretada por el inolvidable Juan Diego cuyo rodaje tuvo lugar aquí, crónica de supervivencia de náufragos conquistadores como aquel Álvar Núñez Cabeza de Vaca. Asimismo, a la salida, es buena idea detenerse en el Mirador de las Garzas para ver a los cocodrilos descansando, algunos sin salir del agua, otros con medio cuerpo en la arena, con más calma que un santiagueño en la capital nacional de la siesta.

Un muelle hecho canción...

El disfrute total consiste en un baño en la playa el Borrego, la playa oficial de este pueblo histórico. No está masificada y, como es costumbre, viene equipada con una gran cantidad de tentadores chiringuitos. En ningún caso conviene descuidar la antológica renovación del original muelle de San Blas llevada a cabo por el colectivo de arquitectos, que ha generado un espacio que integra el puerto para ferries y lanchas con servicios turísticos, un parque público (de más de 14.000 metros cuadrados) y lúdico para niñas y niños, así como zonas comerciales y mercado de artesanías. Se alternan jardines y pasajes de piedra bola local inspirados en las olas y los barcos, y que son muy usados por skaters. La cromática del complejo se define por el ocre de la madera y los tonos rojizos del barro, en un claro guiño a esas planicies costeras del Pacífico con manglares.

El otro muelle, el de todas las fotos, es el muelle Matanchén, que entra al océano desde el Nuevo San Blas, en la ruta San Blas-Tepic, y alude a la memoria con su forma de ojo huichol en la punta. Tiene otra escultura muy requerida y absolutamente prescindible que homenajea de manera muy torpe a la loca de San Blas, que Maná la difundió al mundo enero y que ahora, con el partido Argentina México, se retroalimenta y cobra actualidad.