Un trabajador de la Prefectura de la Policía de París asesinó al menos a cinco policías.

La masacre ocurrió en la sede de la Prefectura, a dos cuadras de la Catedral de Notre Dame. Según La Vanguardia, el agresor utilizó una arma blanca hecha de cerámica para evitar los controles en el fuertemente vigilado edificio.

Tras el ataque, un policía lo abatió con su arma de fuego reglamentaria.

El agresor tenía de 45 años y nació en Fort-de-France, en la isla de Martinica. Según Loïc Travers, secretario del sindicato Alianza Policía, el hombre trabajó por 20 años para la policía.

Por el momento, la Policía descarta que haya sido un ataque terrorista. La principal hipótesis plantea problemas emocionales del agresor.

El hecho se produjo un día después de una gran manifestación de policías en París protestando por sus condiciones laborales, agresiones  y desprecio social.

La marcha denunció que este año hubo 52 suicidios de agentes.