Con la llegada de las bajas temperaturas se comienzan a encender los calefactores en las viviendas y también aparece el peligro de intoxicación con monóxido de carbono que emanan los artefactos que funcionan a gas.

La recomendación de los especialistas es solicitar a un gasista matriculado que revise el correcto funcionamiento y de la evacuación hacia el exterior de los gases que producen los artefactos hogareños. Esto debe realizarse fundamentalmente cuando serán encendidos por primera vez en el año. Es el mejor modo de asegurarse de no sufrir accidentes con el CO, un gas altamente tóxico y que tantas muertes provoca cada invierno.

La otra medida de precaución que podemos tomar es colocar en la vivienda detectores de monóxido, pequeños dispositivos que mediante una señal visual y sonora alertan de la presencia de CO en el aire.

En este episodio relevamos la oferta de estos dispositivos que se convierten en auténticos salva vidas.