Saludos nazis en las protestas bolsonaristas en Brasil. Declaraciones de dirigentes políticos que hablan de Hitler, que ponen en duda los crímenes de la dictadura o que fustigan a los movimientos feministas en Argentina. Escenas cada vez más comunes en distintos países. El doctor en ciencia política, Sergio Morresi, especializado en el estudio de las nuevas derechas, manifestó que se trata de "un avance a nivel internacional" y la definió como "una derecha que juega dentro de los límites de la democracia liberal pero la tensa y la socava".

Según el académico, estos nuevos movimientos hacen cosas como participar de las elecciones pero luego muchas veces no reconocen los resultados, además de que atacan "cuestiones fundamentales de la democracia liberal como el pluralismo ideológico y el respeto por el otro, y cuestionan temas muy básicos como los derechos adquiridos o la presunción de inocencia".

En diálogo con Nada del Otro Mundo de FM 102.3, Morresi fue tajante al señalar que "se trata de un fenómeno que se está dando en muchísimos países" y no una cuestión particular. "Donde aparecen, avanzan muy rápido. Luego no es normal que ganen elecciones, pero sí es normal que la derecha mainstream tome parte de esa agenda", agregó.

Entrevista a Sergio Morresi by cba24n.com.ar

"La raíz cultural que tienen es la misma. Por eso se piensa como fenómeno internacional y no como nostálgicos de la dictadura de tal o cual país. Hay que sacarse esa mirada que sobre todo en América Latina es muy fuerte. En Argentina se escucha que 'son los viejos antiperonistas'. No es eso: hay exvotantes peronistas que están apoyando este tipo de propuestas. Muestra una insatisfacción con los resultados actuales del sistema democrático", describió Morresi.

El investigador también subrayó que estas derechas no crecen solo en países subdesarrollados o en crisis. "En países escandinavos, donde no hay problemas económicos, donde las cosas marchan relativamente bien, donde el sistema estatal funciona, aún así estas derechas avanzan. Es el caso de Suecia", graficó. Es decir que la motivación de fondo no se puede reducir a una cuestión puramente económica.

"Es la motorización de sentimientos de frustración", dijo Morresi.

No solo es la economía, estúpido

Otro punto que destacó el especialista es la manera en que estos nuevos movimientos logran vincular diferentes tradiciones de derecha: "Lo que se toma como punto de inflexión es una mirada contra lo que ellos llaman la ideología de género. Están los que tienen una agenda más económica, que ven en el avance del feminismo un gasto innecesario, como aquellas con una agenda ultraconservadora que ven en el feminismo un cuestionamiento de las jerarquías que suponen naturales".

Una propuesta para combatir estos movimientos

Morresi se mostró escéptico de que la solución para enfrentar a estos discursos extremos sea prohibirlos. "No debería suceder porque es jugar el juego que ellos quieren", lanzó. En lugar de ese camino, propone el de la integración para intentar diluirlos. Puso como ejemplos a la Ucedé o al MODIN, que llegaron a ser tercera fuerza a nivel nacional y luego fueron fagocitados por el peronismo en alguna de sus formas.

"El asunto está en la capacidad de los partidos mayoritarios de licuarla", sentenció Morresi, y consideró que "si vamos por el camino de prohibir o reglamentar los discursos de odio, la vamos a pifiar".