Finalmente, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación prorrogó por 75 días la entrada en vigencia del sistema de troceo de carne vacuna en cortes de hasta 32 kilos para su comercialización en el mercado interno en lugar de la media res y de esta manera se desactivó la medida lanzada por algunos frigoríficos que habían amenazado con no faenar desde esta jornada, lo que podía generar faltantes en el mostrador.

A través de un comunicado, el organismo oficial tomó la determinación debido a “la necesidad de fortalecer cuestiones vinculadas a la implementación, control y logística”. Es por ello que el troceo de carnes, tal como se publicó el último viernes en el Boletín Oficial, comenzará a regir a partir del 15 de enero de 2023. 

En otro tramo, Agricultura remarca que la decisión se tomó con la finalidad de que "las provincias y los actores que componen la cadena, terminen de adecuar lo necesario para comenzar con la implementación de esta medida recomendada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que mejora las condiciones laborales de los trabajadores, para que no carguen más sobre sus hombros medias reses de más de 100 kilos".

La Federación de Industrias de Frigoríficos Regionales de Argentina (FIFRA), había lanzado una medida de protesta ante la publicación de la normativa en el Boletín Oficial, que establecía el 1º de noviembre la fecha del comienzo del troceo de medias res, aduciendo que “la mayoría no están preparados" para la implementación de la nueva modalidad.

En ese sentido, habían dispuesto dejar de recibir hacienda desde el lunes y dejar de faenar desde el 1º de noviembre, lo que podía traer aparejado el faltante de carne vacuna en los mostradores de los comercios. Además los frigoríficos insisten en que la puesta en marcha del nuevo sistema les traerá aparejado mayores costos que luego se trasladarán al precio de venta al público.

Sin embargo, en los considerandos de la medida oficial se deja aclarado que “las medias reses deberán ser fraccionadas en partes que no superen los 32 kilos”, cuestión defendida por los exportadores por su mejora para el trabajador, por el menor peso de carga, las mejores condiciones de higiene y la baja del precio final, ya que habrá menos desperdicio por parte de las bocas de expendio.

La nueva resolución apunta también a un mayor control sanitario y fiscal por parte del Estado, para evitar maniobras de evasión, ya que  las plantas faenadoras, de acuerdo con su modalidad comercial, deberán prever en playa de faena la cantidad de trozos que se realicen, cada uno de ellos deberá encontrarse identificado con el número de tropa, correlativo de faena, clasificación y tipificación. Los sellos sanitarios y comerciales obligatorios deben resultar en todos los casos perfectamente legibles.

Por su parte, el sector exportador nucleado en el Consorcio de Exportadores de Carnes (ABC), dijo que espera que "estos 75 días que la norma se pospone sean suficientes para lograr el objetivo que favorece a todos los integrantes de la cadena de ganados y carnes".