El Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que la economía argentina atraviesa una situación que “se ha vuelto crecientemente frágil” y proyecta una inflación del 120 por ciento para todo 2023. La caída que pronostica es del 2,5 por ciento del PIB, según señala el informe técnico del organismo dado a conocer a las 18 horas del viernes (hora en Argentina).

El staff report -116 páginas- indica que la histórica sequía provocó pérdidas enormes en materia de producción agrícola, exportaciones e ingresos fiscales. Sin embargo, destaca también que la actividad se mostró resiliente “reflejando una robusta demanda interna en parte como resultado de deslizamientos en las políticas”.

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Nuevamente, el FMI reitera que es “esencial” alcanzar el déficit fiscal primario acordado del 1,9% del PIB, un objetivo difícil de lograr por la caída de los derechos de exportación tras la sequía.

En cuanto a la política cambiaria, el FMI manifestó que la tasa de ajuste del tipo de cambio se calibrará con detenimiento para facilitar el cumplimiento de los objetivos de acumulación de reservas y reducción de la inflación. Y sugiere que las intervenciones en el mercado financiero y de futuros también serán limitadas y temporales.

Por último, el organismo de crédito advierte que “continúa siendo crucial contar con un amplio respaldo político y que el programa se asuma como propio a corto y mediano plazo, ya que para resolver los profundos desafíos a los que se enfrenta Argentina se requerirán los esfuerzos de futuros gobiernos”.