Iban diez minutos del complemento y la necesidad de volver a la punta se hacía eco en el Liverpool. Hasta allí, era sólo 1-0.

Hasta que una dudosa salida del equipo local le brindó la oportunidad. Y no fue desaprovechada.

Mohamed Salah metió una gran habilitación para Alexis Mac Allister, que entraba en carrera. 

El pampeano, baluarte del equipo campeón del mundo en Qatar controló, midió y pudo sacar un remate que se transformó en el segundo grito.

Después, los de Klopp consumaron un 4-1 que le permitió seguir viendo a todos desde lo alto, junto con el Arsenal.