Cuando asumió Javier Milei a la presidencia argentina frenó por completo las obras públicas que venía llevando a cabo la gestión de Alberto Fernández. Como consecuencia de la medida, y de las políticas económicas de ajuste y recesión llevadas adelante, el empleo en el sector de la construcción se derrumbó drásticamente.

Según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), en noviembre pasado habían 444.024 puestos de trabajo formales en el sector, y cuatro meses más tarde -en marzo de este año- el número ya había bajado a 391.637 empleos. Es decir que en sólo 120 días se perdieron 52.387 puestos de trabajo, esto es 436 por día.

Sin embargo, desde la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), aseguran que entre marzo y junio se perdieron otros 50.000 empleos formales más, por lo que suman alrededor de 100.000 los puestos de trabajo perdidos en el sector, lo que implica familias relegadas a la pobreza.

Si bien las cifras del Indec tienen varios meses de atraso, el organismo informó recientemente que en abril pasado la actividad de la construcción se contrajo 37,2%, luego de haberse desplomado un 42,2% en el tercer mes del año.

Caber remarcar que los datos corresponden solamente a empleos formales. No hay registros certeros de quienes trabajan en la informalidad.

Cómo se llegó a esta situación crítica

Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), explicó que el empleo formal del sector de la construcción se explica por dos grandes ramas de trabajo: un lado está la obra pública, que capta la mayor cantidad de empleos, y por el otro está la obra privada grande, como la construcción de edificios, obras mineras y petroleras, entre otras.

Foto ilustrativa El Cronista
Foto ilustrativa El Cronista

“El grueso de los puestos de trabajo que se perdieron se explica por el parate de la obra pública. El sector privado grande, por su parte, es algo más estable en el tiempo”, explicó el empresario.

“También hay una caída muy grande de la industria vinculada a la construcción y refacción de viviendas unifamiliares, pero eso abarca todo lo que es el empleo informal”, sumó Weiss.

El presidente de Camarco aseguró que hay empresas que están muy complicadas en sus números, sobre todo aquellas que se dedican principalmente a la realización de proyectos de obra pública nacional. “Muchas firmas pasaron a facturar casi ‘cero’ de un día para otro. Muchas de ellas están endeudadas con los bancos y con sus proveedores. No he visto convocatorias de acreedores por el momento, pero sí compañías muy delicadas”, señaló.

El empresario insistió en que hoy está el 100% de la obra pública nacional parada. “Decían que se iban a priorizar los proyectos con más del 80% de ejecución, los vinculados a seguridad vial o ferroviaria, pero la realidad es que está todo frenado”, alertó.

Mucho diálogo y nada de plata para el sector

El referente de la construcción aseguró que existe un diálogo fluído con el Gobierno, pero pocas respuestas que hagan pensar que Milei cambiará de actitud. “El acercamiento es total y el diálogo es bueno, pero la respuesta es que ‘no hay plata’ y que el objetivo es que cierren las cuentas”, dijo Weiss.

“Milei dice que la obra pública la tienen que hacer los privados, que el Estado no tiene que invertir en obra pública, sino ser la actividad privada la que haga la inversión en infraestructura. La realidad es que es bienvenida la inversión hecha por los privados, pero en el mundo, la inversión privada en obra pública no supera el 15% del total. Los países que tienen las condiciones óptimas, como seguridad jurídica y moneda estable están en ese 15%”, agregó el empresario.

Ante semejante panorama, solo se puede esperar un mayor avance en obras públicas por parte de las provincias, pero sus fondos han sido recortados por el voraz gobierno nacional. 

Por el momento Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Buenos Aires y CABA continúan con esos proyectos, que, sumados a las grandes inversiones del sector privado son los que están sosteniendo los poco más de 300 mil puestos de trabajo que aún se mantienen en el sector formal, de acuerdo a lo que informó Weiss.

Con información de Infobae