La iniciativa fue propuesta hace más de medio siglo por un vecino de Villa del Parque -barrio de la ciudad de Buenos Aires-, Romeo Raffo Bontá, que promovía el desarrollo y cuidado del barrio.

Raffo Bontá no estuvo solo en esta cruzada, sino que contó con la compañía de la Asociación Vecinal de Villa del Parque, una de las primeras organizaciones que nucleaba a los habitantes de la zona.

La elección de la fecha año es un detalle casual, el 11 de junio de 1580 sucedió lo que se conoce como la segunda fundación de la Ciudad de Buenos Aires. En esa oportunidad, encomendado por la Corona española, Juan de Garay bautizó a la Ciudad de Trinidad en los terrenos que años después se convertirían en la actual Plaza de Mayo.

El Día del Vecino quedó instituido como tal en 1946 cuando la Asociación Vecinal de Villa del Parque decidió comenzar a celebrarlo. En 1959, cinco años después del fallecimiento de Raffo Bontá, la entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires lo aceptó como una fecha más en el calendario porteño.

En 1990, el intendente Carlos Grosso decretó oficialmente la instauración del 11 de junio como Día del Vecino Participativo, nombre con el que se conoce hasta el día de hoy.

La celebración tiene como objetivo fomentar la cultura del buen vecino, teniendo como eje la difusión de valores morales y de convivencia como la tolerancia, el respeto mutuo, la cooperación y la participación solidaria.

También es una oportunidad para dar visibilidad a aquellas organizaciones barriales que sirven como nexo entre la población y el Estado: clubes, ongs, asociaciones civiles y culturales.

La plaza ubicada en la calle Santo Tomé al 2200 del barrio de Villa del Parque lleva el nombre de Romeo Raffo Bontá a modo de homenaje para quien fuera el gran vecino del barrio y de la Ciudad de Buenos Aires.