El sector comercial del país está sufriendo de primera mano lo que es la recesión económica provocada por el gobierno de Javier Milei. Despidos, reducción de horario comercial y salarios desactualizados, son las consecuencias.

Pero, el comercio de frontera, principalmente en Misiones, es uno de los sectores que peor la está pasando, víctima de la altísima inflación de precios y la devaluación de la moneda, que creció aún más desde las primeras medidas económicas de “ajuste” que aplicó el Gobierno.

En San Javier, por ejemplo, el comercio fronterizo “se planchó” desde diciembre y tuvo un desplome del 70%, según Adrián Iasinski, presidente de la Cámara de Comercio local. Y en gran parte se debe a que “se desaceleró mucho el flujo de brasileños que pasan la frontera”, apuntó.

El comerciante del rubro alimentos explicó que “seguimos vendiendo a nuestros clientes de la comunidad, pero por ahí muchos negocios que estaban abocados específicamente al turismo brasileño sintieron una fuerte caída”.

En números, Iasinski comentó que “más o menos un 70% fue lo que lo que cayeron las compras de turistas que venían”, a partir del pico que tuvo el real a principios de febrero cuando se vendía a 250 pesos. Hoy, la moneda brasileña en la frontera se vende a 190 pesos en promedio.

El sanjaviereño en general “lo único que notó fue menos movimiento quizás en las estaciones de servicio y en los negocios locales”. Y reiteró que “fueron los comercios que estaban apuntalados directamente al turismo brasileño los que más sintieron el el golpe por esta merma de clientela”.

A esto se suma el costo de la balsa entre San Javier y Porto Xavier, que para un auto familiar de cuatro integrantes cuesta entre 15 y 20 mil pesos, que “dependiendo el tipo de cambio que tomemos, aumenta bastante o se mantiene a la baja del lado brasileño”. contó Iasinski.

El consumo interno de San Javier también sintió el golpe de la recesión y cayó un 20%, que fue la pérdida del salario real de las personas. El comerciante ejemplificó que “los clientes siguen gastando, pero antes te compraban 10 cosas con mil pesos, ahora te compran seis. Tuvimos una merma considerable en lo que es el consumo, ni que hablar en lo que son electrodomésticos, artículos del hogar. Lo único que más o menos se puede ir llevando es el rubro de supermercado y alimentos, los otros rubros están más golpeados”, sintetizó.

Para graficar esta caída del poder adquisitivo de las personas y por consiguiente el consumo local, explicó que “cada vez vemos más que las personas se van cambiando a las segundas marcas, merma el uso de la mayonesa, el queso rallado, la gente se va achicando y, ciertos gustos que no son necesarios, lo deja de de comprar”, ejemplificó el comerciante.

Fuente: Primera Edición.