La motosierra no sabe de personas, vidas o humanidad. En el brutal ajuste implementado desde que asumió Javier Milei, ahora desbarató para “ahorrar” un programa que es política pública en Argentina desde el 2028: el Plan ENIA (Embarazo No Intencional en la Adolescencia) que en sólo cinco años había logrado bajar a la mital los embarazos no deseados en esa franja etaria.

El mismo fue creado en el gobierno de Mauricio Macri y continuado en el de Alberto Fernández, pero hay que ajustar el déficit y la topadora no deja nada: especialistas de distintos ámbitos, remarcaron que la decisión ( de la gestión libertario-macrista) es un enorme retroceso.

“En el marco de las auditorías que está llevando adelante el gobierno, en este caso en el Ministerio de Salud de la Nación... Se finalizó el contrato con 619 consultoras en torno a los 1.150 millones de pesos en el marco del rediseño del Plan Enia...”, anunció el lunes el vocero presidencial, Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa, a pocas horas de ascender a Secretario de Estado, con un salario mensual cercano a los 5 millones de pesos.

Ver: El Gobieno le dio rango de "Secretario de Estado" al vocero Manuel Adorni

De acuerdo a fuentes de la cartera, el plan seguirá funcionando pero la aplicación quedará en manos de las provincias.

“Como organismo sanitario nacional, el Ministerio de Salud ejerce el rol rector que marca el rumbo y define cuáles son las estrategias a seguir, mientras que las provincias tienen la responsabilidad de aplicarlas en sus respectivos territorios. Esto significa que, en este caso, si las provincias quieren seguir con las contrataciones mencionadas, podrán hacerlo bajo su propia evaluación y solvencia”, indicaron a Clarín.

Detallaron que el plan dependerá de la Dirección Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, que hoy se encuentra acéfala. Tampoco se brindaron datos sobre cuál será el presupuesto destinado al programa.

Foto ilustrativa LM Neuquén
Foto ilustrativa LM Neuquén

En qué consiste el plan ENIA

El Pan ENIA comenzó a diseñarse en 2016, impulsado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) junto con Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) y fue liderado por el Ministerio de Desarrollo Social -concretamente por por la Senaf (Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia)-.

Era imprescindible articular las intervenciones que había distribuidas en distintas áreas del gobierno al respecto, e integrarlas para reforzar su impacto, según detalló Gala Díaz Langou, directora ejecutiva del CIPPEC.

“Los métodos anticonceptivos no llegaban a los adolescentes, básicamente porque se daban en los hospitales y los adolescentes son una población sana, no van al hospital. Entonces se hicieron consejerías en las escuelas, donde sí están los adolescentes, y se fue a los barrios", señaló la especialista, en diálogo con Clarín.

"Al principio se implementó en doce provincias hasta que llegó a todo el país, y el embarazo adolescente cayó a la mitad”, destacó, subrayando que -además- “no implicó costos adicionales sino articular políticas que ya existían”.

Día Langou consideró que interrumpir el Plan “es una mala noticia en este contexto porque va a amplificar las desigualdades y terminar con las posibilidades de miles de chicos por desinformación”.

Por su parte, la socióloga, investigadora del CEDES y ex coordinadora técnica del Plan, Silvina Ramos, manifestó que el desmantelamiento del Plan ENIA “significa abandonar a las adolescentes, retirar el apoyo que en los últimos cinco años se les dio para que tuvieran mejores oportunidades para completar sus estudios e ingresar al mercado de trabajo en mejor situación. También significa desmantelar una política pública ejemplar por su eficiencia, su buena relación costo-beneficio, ya que cada embarazo prevenido sólo cuesta 60 dólares, su transparencia y su enorme impacto en la reducción de la fecundidad adolescente a la mitad en un tiempo récord. Las niñas abusadas serán abandonadas también”.

Los resultados concretos y a corto plazo del Plan ENIA

Las últimas estadísticas dan cuenta de 46.236 nacimientos entre adolescentes de 15 a 19 años y 1.394 de niñas menores de 15 años. El Plan ENIA logró reducir los embarazos en la adolescencia a la mitad.

Cuando empezó a implementarse, habían nacido en el país 704.609 niños y niñas, de los cuales un 13% - 94.079- eran hijos de adolescentes menores de 20 años y 2.493 de niñas menores de 15 años.

El trabajo para reducir el embarazo adolescente es una política pública en casi todos los países del mundo y los especialistas destacan que el Plan ENIA es un ejemplo de política pública para América Latina y el Caribe.