El gobierno nacional sigue fiel a su estrategia de responder a cada presencia de la oposición con una profundización de sus políticas. 
Cuando apenas habían pasado dos días de las masivas marchas y acciones conmemorativas del primer Ni Una Menos, a las 19.57 del miércoles 5 de junio el secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, le notificaba por Whatsapp a la por entonces Subsecretaría contra la Violencia de Género,  Claudia Barcia, que su dependencia “que se encuentra bajo la órbita jerárquica de la Secretaría de Justicia del Ministerio de Justicia dejará de existir.”

Facsímil de la nota de renuncia de Claudia Barcia.
Facsímil de la nota de renuncia de Claudia Barcia.

Barcia narró estos detalles en la nota de su renuncia que cerró lacónicamente: “En este sentido, presento mi renuncia indeclinable a partir del día de la fecha”. Acto seguido, hizo pública su nota a los medios de prensa.

Según cuenta en su perfil de la red Linkedin, la renunciante ingresó “a la Justicia Federal en el año 1991, realizando la carrera judicial hasta ser designada Fiscal Penal, Contravencional y de Faltas del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por concurso en el año 2003”.
Agrega que en el año 2017 fue "designada como Fiscal especializada en violencia de género” desde dónde, en comisión, pasó a prestar funciones en la Subsecretaría que desaparecerá. Presumiblemente Barcia volvería a sus tareas en la fiscalía.

Hace apenas dos semanas la subsecretaría dependía del Ministerio de Justicia de la Nación, ministerio que dirige Mariano Cúneo Libarona, desde donde informaron a La Nación que el área se encuentra en “reestructuración”. 

Agregaron que: “En la actualidad, el ministerio se encuentra en la etapa de evaluación de los programas y la estructura de dicha subsecretaría, para el normal desarrollo de las acciones tendientes al cumplimiento de la normativa vigente bajo los criterios de eficacia y eficiencia de las políticas públicas a desarrollar. Las misiones y programas van a continuar conforme las disposiciones legales y los mandatos convencionales”.

Esta referencia es particularmente significativa porque demuestra que el Gobierno Nacional es consciente de que las sucesivas podas presupuestarias en el área de género dificultarán el cumplimiento, obligatorio para el estado nacional, de acuerdos convencionales muy importantes en todo el mundo como Belem do Para y CEDAW.

Con el argumento de reordenar las áreas estatales de acuerdo con su visión, a días de asumir Milei disolvió el Ministerio de la Mujer y estableció que el Ministerio de Capital Humano, presidido por Sandra Pettovello, absorbería la subsecretaría que tomaría a su cargo las tareas “residuales”. Hace dos semanas, la dependencia pasó a la órbita de Justicia.

Más motosierra

Personal de la subsecretaría ya había denunciado el martes pasado que a fin de mes, según informaron directivos de la subsecretaría, despedirán al 80% de la planta. “Más de 500 personas quedarán sin trabajo y el único área que ha quedado después de la disolución del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, deberá funcionar con unas 100 trabajadoras”, informaron.

A la espera de respuestas, las empleadas de la dependencia instalaron hoy a la tarde una Radio Abierta en las puertas de la repartición. “Las trabajadoras nos estamos enterando por los medios también. Mucha angustia y desesperación todo”, dijo una de ellas que prefirió resguardar su nombre.