El Gobierno anunció un acuerdo con las principales automotrices del país para congelar los precios de una selección de modelos de automóviles nuevos por un período de 60 días.

El acuerdo incluye la congelación de uno o más modelos por cada marca, independientemente de si son de producción nacional o importados. Esta medida tiene como objetivo principal mantener la accesibilidad de los vehículos y aliviar el impacto económico que afectó a los consumidores en los últimos tiempos.

En contrapartida a este compromiso, el Gobierno comenzó a liberar los SIRAs (Sistema Integral de Regulación Automotriz), que son los permisos necesarios para importar vehículos. Esta acción marca un importante cambio en la política gubernamental, ya que durante más de dos meses, no se habían otorgado estos permisos, lo que generó un preocupante desabastecimiento en el mercado automotriz.

Además, la firma de este acuerdo también resuelve el problema que había surgido con la entrada en vigencia de las modificaciones al impuesto al "lujo". Esta reforma fiscal tenía previsto entrar en vigor el pasado viernes, pero debido a las complejas negociaciones en curso, se había pospuesto su aplicación.