El Gobierno Nacional lanzó una licitación para importar casi 90 millones de billetes nuevos, que fueron impresos en Alemania. En principio debía fabricarlos la Casa de la Moneda de España, pero fueron derivados desde esa entidad a la germana.

El contrato consiste en el traslado aéreo de 117 toneladas de papel moneda desde el aeropuerto de Leipzig, hasta Buenos Aires. Esta remesa comenzará  a circular antes de fin de año.

Como la demanda de billetes argentinos es tan grande, debido al poco valor que tienen los de mayor nominación, la Fábrica de Moneda ha tenido que derivar pedidos a Francia y Malta y esta vez a Alemania.

Los billetes serán impresos en la empresa G+D fundada en 1852, y que posee plantas en Munich, Ottawa, Kuala Lumpur y Barcelona. Tiene 11.600 empleados en 32 países diferentes y aseguran que sus billetes son ultra seguros. La firma ofrece tecnología de alta seguridad para la impresión de papel moneda y otros tipos de pago.

El jefe de Gabinete, Agustín Rossi, detalló en el Congreso el costo de imprimir papel moneda: en promedio, el millar de billetes de $ 1.000 ilustrados con el hornero cuesta US$ 107,76; el nuevo de San Martín, US$ 120,33. Los de $ 2.000 (que llevan la imagen de Cecilia Grierson y Ramón Carrillo) rondan los US$ 118. 

Según estadísticas del BCRA, más de la mitad de los billetes en circulación son de 1.000, y apenas unos 160 millones son de 2.000, la mayor denominación vigente.

Desde el banco de España, hace tiempo recomienda que Argentina aumente el valor nominal de los billetes, porque cuesta lo mismo el traslado de un billete de 1.000 pesos, de 1 peso, o de 2.000 pesos.

Paradójicamente, al contar con billetes de bajo valor nominal, hoy cuesta mucho más imprimirlos, que el valor que tiene marcado el billete en papel.