La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme) impulsará en el Congreso un proyecto de ley de emergencia para el sector, que le permita paliar la grave crisis que están atravesando como consecuencia de la caída de la demanda planeada por Javier Milei. “La velocidad con la que se está derrumbando la actividad es inédita, vamos a un apagón del sistema productivo nacional”, dijo el presidente de la entidad, Julián Moreno.

El titular de Apyme nacional estuvo en Rosario para participar de una serie de reuniones con los referentes locales de la entidad. Un día antes de su llegada se había conocido un duro comunicado de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) sobre las consecuencias de la caída de la producción manufacturera en la provincia, de más del 11% en enero. También la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came) reportó caídas de dos dígitos tanto en ventas como en producción fabril.

“No hay empresario ni trabajador que no considere que estos cien días de gobierno de Milei fueron patéticos para la actividad económica, más allá de que algunos prefieran pensar que esto pueda mejorar”, dijo Moreno, quien abogó por la convergencia de las centrales empresariales que defienden a las pymes y a la industria para impulsar un debate parlamentario en torno de la necesidad de instrumentar algún tipo de salvataje.

Entre los puntos de la declaración de emergencia que impulsa la asociación figura algún tipo de asistencia para sostener los puestos de trabajo, al estilo de lo que fue el programa ATP en la pandemia, y herramientas para amortiguar el fuerte aumento en el costo de la energía, que viene golpeando a toda la industria.

“Escuchábamos a Federico Sturzenegger decir que en seis meses todo va a mejorar, si creen que eso es así, que hagan un puente para el sector productivo porque a este ritmo marcha a la debacle”, subrayó Moreno, para quien “es clave ayudar al trabajador para que se sostenga el nivel de actividad, si no vamos a un apagón del sistema productivo nacional”.

El ámbito elegido para impulsar este salvataje es el Congreso porque consideran que las puertas del gobierno están cerradas. “El subsecretario Pyme duró 20 días, no hay con quien hablar, las pymes no figuramos ni en los discursos”, señaló. Y recordó que de los 6 millones de trabajadores privados registrados, 4 millones lo hacen en las pymes.

De su labor empresaria y de la recorrida por los distritos de Apyme en el país, Moreno recoge un panorama “desolador” para el sector, con “indicadores de caída que parecen los de un país en guerra” y que son comparables con los de la pandemia. “Con la diferencia de que en ese momento había algún tipo de ayuda y que se trataba de un problema que no era inducido”, agregó. En este caso, la recesión “es inducida por el gobierno, se tomaron medidas concretas para voltear al sector y a los trabajadores, de modo de enfriar la economía”.

Inflación en dólares

En la cabeza del equipo económico, la depresión económica es una vía para frenar la inflación. Tanto el presidente como su ministro de Economía exhibieron los datos de inflación de enero y febrero como una muestra de la desaceleración lograda tras el enorme salto de diciembre. ¿Se ve un menor ritmo de aumento de los insumos para las empresas? “Con el dólar estable, los insumos importados están relativamente calmos, ya que se ajustan al ritmo de las microdevaluaciones del tipo de cambio oficial, pero los costos internos ahora aumentan en dólares”, explicó Moreno, quien apuntó al aumento del costo de la energía como uno de los problemas que enfrenta el sector. Y advirtió que “si en estas condiciones además abren las importaciones, el combo del desastre está completo”.

“Si quieren bajar la inflación por este camino, lo que está garantizado es que en el interín nos quedamos sin empresas, sin industrias, sin trabajo y sin mercado interno”, enfatizó.

El presidente de Apyme señaló que la caída de la actividad se da a una velocidad inédita y es homogénea, ya que “ningún sector escapa a la debacle”. Las ventas están por el piso, los comerciantes están vendiendo stock y no reponen. “Están dándole tiempo a una agonía que tampoco da esperanzas en el horizonte”, alertó.

En la construcción ligada a la obra pública ya hay cierres y despidos. En el sector industrial, muchos adelantan vacaciones, suspenden o reducen la jornada.

El dirigente expresó que “no es fácil que un empresario pyme tome la decisión de bajar la persiana y ponerse a hacer otra cosa”. Sin embargo, “de seguir por este camino muchas empresa van a empezar a bajar la persiana”.

La baja de tasas de interés inducida por el Banco Central, que en menor medida fueron acompañadas por una caída del costo de los créditos, no termina de ser un paliativo frente a una actividad que se cae. De hecho, el directorio del Banco Central (BCRA) estableció el jueves un sistema de incentivos, a través de la reducción de encajes, para que los bancos aumenten el financiamiento a las mipymes. Este mecanismo, que por otra parte elimina la obligatoriedad de anteriores líneas de apoyo al sector productivo, va acompañado de una liberación de la tasa de interés por esos préstamos.

“Hay bancos que bajaron sus descuentos para la venta de cheques a 30 días pero no hay cheques para vender, si no hay actividad para qué te vas a endeudar”, apuntó. 

El punto de inflexión de esta caída no se ve cercano. Tampoco la reacción. “Ni un laburante ni una pyme están mejor que antes, pero el límite al ajuste lo pone la gente, muchos piensan que hay que dar tiempo porque esto va a mejorar, pero mientras tanto se van descapitalizando”, describió el titular de Apyme.

En el caso del puñado de grandes empresas que más activamente milita a favor del gobierno de Milei, la lógica que encuentra Moreno está relacionada con el corazón de la ofensiva oficialista. “El objetivo de fondo es disciplinar a la clase trabajadora a través de un alto nivel de desempleo, hay grandes industriales de la alimentación que le venden al mercado interno y apoyan a un gobierno con el que van a vender menos, pero tienen a los laburantes a sus pies y eso es lo que disfruta ese estrato social”, concluyó.

Fuente: La Capital.