Aquellos inquilinos que firmaron sus contratos de alquiler previo al DNU que derogó la ley de alquileres, tienen cláusula de actualización anual, así que mes a mes, un grupo de inquilinos se enfrenta a los aumentos que están determinados por la variación interanual.

Aquellos contratos de locación pactados en junio del 2022 y junio de 2023, sufrirán un incremento interanual del 233,7%, según la última actualización del Índice para Contratos de Locación (ICL). Se trata de una cifra récord, ya que en mayo el ajuste fue del 221%.

Mes a mes, se vienen batiendo récords, que todavía podrán crecer en los próximos meses, dado que la inflación anual, de no producirse cambios dramáticos, se mantendrá en el orden del 280% al menos unos meses más. 

Para hacerse una idea concreta, tomemos como referencia un inquilino que hasta ahora (y durante el último año) paga $100.000 por su alquiler. A partir del 1º de junio debería abonar $333.700, suponiendo que el propietario decida aplicar completo el aumento.

El ICL creado por la ley de alquileres en 2020, combina las variaciones mensuales del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y el de la Remuneración Imponible Promedio de Los Trabajadores Estables (Ripte) en partes iguales. 
O sea, 50% del aumento es por la inflación y 50% del aumento es por los salarios, de este modo, cuando la inflación supera mucho a los salarios, que es el caso, se producen desfasajes importantes y por eso es incierto el futuro de muchos inquilinos.