Mediciones recientes advierten que Argentina enfrenta una fuerte situación de sequía por tercer año consecutivo, motivo que podría derivar en una profundización de la crisis económica. El fenómeno climático de La Niña sumado al calentamiento global son dos de los factores que explican esta situación. 

Roberto Zanvettor es docente en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y  especialista en Agro meteorología del Centro de Relevamiento y Evaluación de Recursos Agrícolas y Naturales (CREAN). En diálogo con UNCiencia, profundizó sobre la situación climática que afecta al país. 

“Si vemos el año 2022, las precipitaciones fueron muy deficitarias desde el mes de mayo hacia fines de año. A partir de diciembre se pudo recuperar un poco pero por siempre debajo de lo normal. Esto ocasionó unas sequías tremendas”, indicó. 

Estos escenarios fueron calificados de severos a graves, y afectaron fuertemente a los cultivos invernales y la siembra estival, especialmente de los sectores productivos. “Indudablemente esto nos ha marcado que estamos en un ciclo seco de las precipitaciones y que este año aún no se ha recuperado”, destacó. 

Del Instagram de unciencia

¿Todo es culpa del fenómeno La Niña?

Según explicó Zanvettor, si bien el fenómeno climático de El Niño ha estado activo, los períodos secos se deben principalmente a La Niña. 

“En realidad a nosotros nos ha estado afectando en estos últimos años el fenómeno de La Niña. El pronóstico nos dice que para el trimestre febrero-abril 2023 se prevén probabilidades mayores de las condiciones neutrales, que se mantendrían hasta medidos de junio”, comentó. 

De esta manera, se espera que la segunda mitad del año las lluvias se incrementen y merme la situación de sequía. Sumado a la falta de agua, tampoco colaboran las altas temperaturas, ya que favorecen la “evapotranspiración”

Ante ello, indicó que la recuperación de la humedad de los suelos será un proceso “lento” debido a la gran pérdida de agua que se dio de manera consistente en los últimos meses.