La camiseta de Serbia hoy es roja, pero antes fue azul y también blanca. Son los colores paneslavos, de todos los pueblos eslavos, los colores de la gran madre Rusia. 

Cuando hablamos de Serbia hablamos de uno de los países que formaron la ex Yugoslavia. Quizá el más importante, por peso específico y porque Belgrado, su capital, era la capital de Yugoslavia, que quiere decir: eslavos del sur.

La última participación mundialista de Yugoslavia fue en Italia 90, cuando nos enfrentamos en cuartos de final en Florencia y ganó Argentina por penales. O sea, aquel fue el último partido de la selección de Yugoslavia en un mundial. 

Luego vino la Guerra de los Balcanes y de ahí el término balcanización. 

La heredera fue la selección de Serbia y Montenegro, con camiseta azul, y curiosamente también tuvo su último partido en un mundial contra Argentina, en Alemania 2006. 

Fue aquel recordado 6 a 0. Pero aquí ocurrió algo único en la historia de los mundiales, porque jugamos contra la selección de un país que ya no existía. Ese partido fue el 16 de junio y dos semanas antes, Montenegro había proclamado su independencia de Serbia. 

Después de ese partido, Serbia empezó a llamarse Serbia a secas y usó esta camiseta roja.