Javier Fernández, arquero de la selección argentina de futbol Down, regresó a Córdoba con la medalla de subcampeón en el pecho.

El canto de "dale campeón, dale campeón" en el aeropuerto Ambrosio Taravella se mezcló con los abrazos y las lagrimas de los familiares y amigos que fueron a recibirlo.

"Estoy muy feliz", dijo el joven arquero de Empate FC al arribar a Córdoba. En su primera participación, en el mundial que se disputó en Brasil, el seleccionado argentino logró llegar a la final contra el anfitrión.

Para los familiares de Javier tampoco fue fácil estar diez días separados. "Estoy feliz por el porque consiguió lo que tanto quería", dijo su madre emocionada.

En tanto que su hermano lo consideró "un ejemplo para muchas familias que se atan a los hijos y no los dejan crecer"