La impactante historia de Marcelo Urbano, un albañil de 58 años de Villa de Soto, quien tras una vida de lucha para lograr ser reconocido por su padre biológico, obtuvo la confirmación por parte de la justicia a través de dos exámenes de ADN, que es hijo de Eduardo Lapania, un importante empresario bodeguero al que ahora le reclama una suma millonaria de resarcimiento.

Su madre, ya fallecida, trabajaba en la década del 60 en la casa de la familia Lapania en La Falda, donde quedó embarazada. Tras enterarse de la noticia, sus empleadores en ese momento la despidieron y Eduardo Lapania, el padre del niño, nunca lo reconoció.

En diálogo con Crónica Central por Canal 10, Urbano brindó un impactante testimonio del calvario que debió enfrentar a lo largo de su vida, signada por la pobreza y la falta de oportunidades. "Mi crianza fue muy triste, porque mi madre me dio a los tres meses ya que era muy jovencita, me crió mi abuela en medio del campo" en la localidad de Paso Viejo, aseguró.

El hombre relató que sus abuelos maternos "tenían relaciones, y la sacan (a su madre) del Colegio de Monjas" al que asistía "y la dejan trabajando en esa casa" en La Falda. "Lo que cuenta mi madre, es que en Navidad tenían la fiesta familiar y uno de los hijos (Eduardo) entra al cuarto de ella, y sin su consentimiento"  la somete sexualmente "y queda embarazada", afirmó Urbano.

Más adelante, dijo que su madre le había contado que Eduardo Lapania era su padre, tras lo que él empezó su búsqueda. Cuando tenía 21 años, Urbano logró contactarse con el empresario, luego de rastrear su teléfono en las Páginas Amarillas. "Me atiende y él aprueba la cita, viajo a Buenos Aires y nos reunimos en un bar y ahí lo conozco", expresó el albañil.

"Fue muy frío" y negó ser mi padre, "decía que yo iba por dinero en ese momento", afirmó Urbano, al recordar esa situación ocurrida en 1987. "Hasta el día de hoy" sigue negando su paternidad, a pesar de los dos exámenes de ADN que la confirmaron. Luego de eso, la Justicia Civil de la Nación dictaminó que su identidad es Marcelo Omar Urbano Lapania, hijo de Eduardo Lapania, un millonario empresario.

Tras una vida de reclamos, Urbano logró ser reconocido en la Justicia como hijo de un poderoso empresario bodeguero. Foto: Gentileza
Tras una vida de reclamos, Urbano logró ser reconocido en la Justicia como hijo de un poderoso empresario bodeguero. Foto: Gentileza

Ahora, los abogados de Urbano preparan una demanda millonaria, que superaría los 100 millones de pesos, por daños y perjuicios, ya que afirman que el hombre debió enfrentar numerosas adversidades a lo largo de su vida signada por la pobreza, ante la negativa de su padre biológico de reconocerlo.

Expresan que al vulnerar su derecho a la identidad, también le negaron el derecho a una asistencia económica que le hubiera permitido desarrollar su vida en condiciones similares a las que tuvieron los otros hijos de Lapania, hoy poderosos empresarios. Uno de ellos, Cristóbal Lapania es el CEO de Bodegas Don Cristóbal, una empresa familiar en asociación con capitales belgas ubicada en Mendoza, cuyos vinos se exportan "a países tan distantes como distintos, siendo los principales destinos Bélgica, Estados Unidos de América, Reino Unido, Japón, Alemania, Qatar, Brasil, China, Francia, Canadá, Dinamarca, Perú, Holanda, México y Finlandia", según reza en la página web de la compañia.

Urbano, al ser consultado acerca de si necesitaba el reencuentro con su padre biológico, señaló que "sería muy triste, porque si una persona te rechazó por 58 años, no sé si reencontrarlo". En esa dirección expresó que "el mensaje que le daría sería que por lo menos tenga la dignidad de comunicarse, no conmigo sino con mis hijos que, como no vivieron todo lo que viví yo, para ellos es su abuelo".

A los 58 años, un albañil confirmó que es hijo de un empresario millonario