No es sencillo de sobrellevar este miércoles en tierras cordobesas. Es que, por un lado, durante el día el verano ensaya una despedida a su estilo: con mucho calor.

En toda la provincia se confirmó que, humedad mediante, la jornada se tornó sofocante haciendo epicentro entre el mediodía y la tarde.

A la siesta, la sensación térmica marcó su pico en la Capital: fueron 43,9 grados.

El cambio de tiempo es un hecho y la llegada de los vientos fue el puntapié.

Hacia la tarde el territorio ingresa en zona de alerta, de acuerdo al sistema de detección temprana del Servicio Meteorológico Nacional.

Por un lado, las tormentas golpean fuerte e incluyen la totalidad de Córdoba.

De hecho está vigente un “alerta roja” para esta noche. En los departamentos General San Martín, Marcos Juárez y San Justo Peña los fenómenos serían más importantes y se solicita mayor precaución.

“El área será afectada por lluvias y tormentas, algunas localmente fuertes o severas. Las mismas estarán acompañadas principalmente por caída de granizo e intensas ráfagas que podrían superar los 110 km/hora, abundante caída de agua en cortos períodos, y frecuente actividad eléctrica”, reza el informe.

En el resto de la región también serían importantes.

El polvo en suspensión fue el primero de los hechos, para darle lugar a las precipitaciones y fenómenos varios.

Otro condicionante serán los vientos. Se estima que las ráfagas, que vienen del sur, podrían alcanzar hasta los 90 kilómetros por hora.