La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) de Argentina logró un importante avance en su programa espacial al realizar con éxito un ensayo del prototipo del motor que será utilizado en el lanzador Tronador II

El ensayo se llevó a cabo en las instalaciones de la empresa Valthe, ubicada en General Ordoñez, provincia de Córdoba. El martes 1 de agosto, expertos de la CONAE y representantes de VENG, principal contratista del proyecto, se reunieron para evaluar el rendimiento del prototipo del motor de segunda etapa que formará parte de la versión final del lanzador Tronador II.

Se llevó a cabo un ensayo de motor clave para el lanzador Tronador II. Foto: Prensa Nación
Se llevó a cabo un ensayo de motor clave para el lanzador Tronador II. Foto: Prensa Nación

El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Daniel Filmus, resaltó la importancia de esta prueba y señaló que acerca a Argentina a completar el ciclo espacial, lo que significa contar con todos los elementos necesarios para poner en órbita y operar un satélite nacional. 

“Todo lo que se hace en torno a la carrera espacial, después tiene impacto en mejorar las condiciones para el desarrollo de la industria argentina” agregó Filmus.

El programa ISCUL (Inyector Satelital de Cargas Útiles Livianas) de la CONAE es el responsable del desarrollo de los componentes y sistemas de propulsión necesarios para el lanzador Tronador II. Este programa tiene como objetivo proporcionar al país  los  medios de acceso al espacio propios para colocar satélites en órbitas bajas a una distancia de 600 kilómetros de la Tierra.

Liner o tobera fabricada con una aleación de cobre espacial. Funciona como cámara de combustión del motor. Foto: Prensa Nación
Liner o tobera fabricada con una aleación de cobre espacial. Funciona como cámara de combustión del motor. Foto: Prensa Nación

Ver: Argentina avanza en el desarrollo del lanzador Tronador II

Una vez en funcionamiento Argentina se posicionaría entre los diez países del mundo que tienen la capacidad de fabricar y enviar al espacio sus propios artefactos. Está previsto que el cohete esté listo para su uso hacia el año 2029, y su capacidad de poner en órbita satélites de hasta 750 kg a 600 km de la Tierra abrirá nuevas oportunidades para la investigación y el desarrollo científico en el país.

Este desarrollo es un esfuerzo conjunto que involucra a más de 50 empresas nacionales y diversas instituciones del sistema nacional de ciencia y tecnología argentino, incluyendo la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad Nacional de Mar del Plata, así como a pymes tecnológicas como Valthe Ingeniería, FAdeA, Inoxpla, 2G Composites, INTEMA y Kohlenia.