La aparición en Rosario del primer caso de hepatitis aguda grave de origen desconocida en un niño de 8 años encendió las luces de alarma en relación a la aparición de la misma a nivel mundial, advertida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace unas semanas.

Hasta ahora se conocen diferentes tipos de hepatitis (inflamación del hígado) que responden a la presencia de determinados virus en el organismo, mientras que en estos casos, los análisis de laboratorio no detectan ninguno de los tipos de virus conocidos que provocan la enfermedad.

De acuerdo al reconocido médico pediatra Benjamín Malamud (MP 3.946) los principales síntomas a tener en cuenta son: ictericia (color amarillento en ojos y piel), dolor abdominal, orina oscura, materia fecal decolorada, vómitos, diarrea, fiebre y malestar general. En diálogo con www.Cba24n.com.ar, el profesional detalló que la gravedad detectada en algunos casos aislados por ahora, "lleva a la necesidad de trasplante o incluso al fallecimiento".

Prevención

En este sentido, Malamud afirma que "es muy importante la vacunación, tanto la específica contra la hepatitis A, que se aplica a los niños desde el primer año de vida y una vez por año, como el resto del calendario de vacunas, incluida la que se aplica contra el coronavirus". En tanto que la vacuna contra la hepatitis B se aplica a las personas recién nacidas y luego a los dos y cuatro meses de vida.

Además, aseguró que según se presume en principio, este nuevo tipo de hepatitis sería ocasionado por un "adenovirus, que típicamente causan enfermedades respiratorias como resfriados, conjuntivitis (infección de los ojos), crup, bronquiolitis o neumonía", por lo que el "uso de barbijo y la buena higiene de manos y alimentos, podrían ayudar para evitar los contagios".

La Sociedad Argentina de Pediatría señala en un documento publicado que de acuerdo a lo que estudia la OMS, "el adenovirus F 41, podría ser la causa de la hepatitis aguda pero aún no se explica completamente la gravedad del cuadro clínico. Factores como una mayor susceptibilidad entre los niños pequeños después de un nivel más bajo de circulación de adenovirus durante la pandemia de COVID-19, la posible aparición de un nuevo adenovirus, así como la coinfección por SARS-CoV-2, deben investigarse más a fondo".

Agrega que "las hipótesis relacionadas con los efectos secundarios de las vacunas contra la COVID-19 actualmente no se respaldan, ya que la gran mayoría de los niños afectados no recibieron la vacuna contra la COVID-19, por lo tanto no se encuentran relacionados con la aplicación de vacunas contra la COVID-19. Es necesario excluir otras explicaciones infecciosas y no infecciosas para evaluar y gestionar completamente el riesgo.

La hepatitis es una inflamación del hígado que afecta principalmente a niños, aunque también a los adultos y todos los tipos tienen una vía de transmisión detectado:

-La A se transmite por contacto, por lo que la higiene personal y de alimentos que pudieran estar contaminados es central.

-La B es por transmisión sexual o por jeringas en el caso de los adictos  a ciertas drogas, ante lo cual las recomendaciones son el uso de preservativo y de jeringas personales.

-La C tiene mecanismos parecidos a la de la B, y es muy difícil de tratar

-La E es más grave para mujeres embarazadas y se transmite por maña higiene personal, pero no es tan común en el país

-La D que es un tipo agravante de la B.

Además, otros virus como la mononucleosis, herpes o el parvovirus, también pueden ser vías que favorecen la aparición de la enfermedad.

Malamud refuerza la idea del importantísimo papel que juega la vacunación y que ante la duda de los padres, "deben dirigirse al médico, a las autoridades sanitarias y a la Sociedad Argentina de Pediatría", institución que ya emitió un comunicado con las primeras consideraciones.

Los primeros 10 casos de esta hepatitis aguda fueron notificados por el Reino Unido a la OMS el 5 de abril, en niños menores de 10 años sin dolencias previas, y desde entonces también se han detectado contagios en España, Israel, Dinamarca, Italia, Estados Unidos y Bélgica, entre otros países.

El pasado viernes, el Ministerio de Sanidad elevó a 22 los casos detectados en España. De ellos, uno ha requerido un trasplante de hígado —este dato no ha cambiado en los últimos siete días— y al menos cinco han estado ingresados en la UCI, aunque la evolución de todos los enfermos cuya situación ha trascendido es favorable y la mayoría ha recibido el alta.

La edad de los afectados oscila entre el mes y los 16 años, en la mayoría de los casos no presentan fiebre, y en ninguno de ellos se han detectado los virus asociados a estas dolencias (hepatitis A, B, C, D y E), según la organización sanitaria. En Portugal, país que todavía no ha detectado casos, la Dirección General de Salud anunció la creación de un cuerpo de trabajo para acompañar la situación.

Es un tema “muy urgente y le estamos dando prioridad absoluta a esto y a trabajar muy estrechamente con el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades en la gestión y coordinación”, había asegurado este lunes en Lisboa el director regional de Emergencias de la OMS, Gerald Rockenschaub.