Parecía el final de un camino propio, pese a no estar involucrado en ninguna boleta. Posiblemente la ventaja que sacó el 25 de junio en la ciudad de Córdoba y que posibilitó el triunfo lo hizo subir a un atril más alto.

Martín Llaryora tomó el micrófono después de su futuro sucesor en la Capital, Daniel Passerini, y mantuvo siempre el mismo tono: elevado.

No dudó en afirmar que “le voy a dar las dos manos” al actual viceintendente, prometiendo compromiso entre las gestiones y pidió que “pongamos a Juan Schiaretti de presidente”

Buena parte de su alocución la apuntó contra la dirigencia “de Capital Federal”, aduciendo que “pasamos dos gobiernos de distintos signos políticos y el interior aguanta, produce y va para adelante”, mientras ellos “vienen de visita y todos los días te dan clases de gobernabilidad”.

Apuntó posiblemente al apoyo de dirigentes que recibió Rodrigo de Loredo, habló de “cipayos que se venden”, y sentenció: “Hoy vinieron y ahora se van. De paseo, la deben haber visto linda a Córdoba también. Pero que no vengan más a darnos clases de cómo gobernar… cualquiera gobierna en el distrito más subsidiado”.

Llaryora apuntó contra los "pituquitos de Recoleta que no producen nada"

Pidió, en ese sentido, que no haya “más liderazgos de Capital Federal”, ya que “en sus medios nos agreden y nos mienten” y quieren llevar adelante “una colonización cultural”.

Tampoco escatimó conceptos para los dirigentes en cuestión, aduciendo que son “pituquitos de Recoleta”, que “no producen nada” y que “gobiernan con los recursos del interior de la Patria”.

Posiblemente liberado tras su triunfo y repitiendo con Passerini, lanzó que “no le tengo miedo a nada ni tampoco me callo”.

Y agregó: “Vengan y gobiernen acá… devuélvannos la guita de las retenciones. ¡Hasta cuando vamos a seguir así! Nosotros no tenemos precio, defendemos la Argentina federal, pero el interior no aguanta más. Las próximas gestiones nacionales nos tienen que sacar la pata a los que laburamos y producimos. No estamos en la timba financiera”.

Pidió, a su vez, “pensar un país distinto”, adujo estar “cansado de este pensamiento unitario” y pidió: “Empiecen a generar una política más justa para mantener unido al país, porque algún día sino, nosotros vamos a ir también por la nuestra”.