Las cuestiones de alianzas, encuentros, disputas y vaivenes políticos está en un nivel muy complejo por estos tiempos. Y la mentada “fidelidad” partidaria va quedando de lado en Córdoba.

En esos términos se extendió parte de la campaña que busca la llegada de Martín Llaryora y Daniel Passerini a la Gobernación y la Intendencia capitalina, respectivamente. Uno es acompañado por una “radical auténtica”, el otro, por el extitular del Pro en la provincia.

Acostumbrado a poner el cuerpo, Miguel Siciliano dice estar “feliz” por integrar “una alianza que no pregunta de dónde venís, sino dónde vas”.

El actual secretario de Gobierno municipal recuerda que esta idea de unión “nace con José Manuel de la Sota (electo gobernador por primera vez en 1999), con el justicialismo trabajando con aliados. Y luego se fue agrandando”.

En estos términos es que considera que “hay dirigentes valiosos en muchos espacios” y que “Córdoba puede dar el ejemplo”, porque “los gobiernos que se vienen, son de coaliciones”.

El aspirante a legislador por Hacemos Unidos por Córdoba, que hasta debió cambiar de nombre por chocar con el macrismo en su primera denominación, es tajante: “Nuestro estilo de gobernar no es con grieta”.

El único límite que Siciliano mencionó durante la entrevista con el programa Mirá Quien Habla, de FM 102.3, fue al referir que “el Frente de Todos tiene una visión diferente a la nuestra”.

Inclusive debió hablar en esos términos de Olga Riutort, con quien militó durante sus años alejado del ‘Cordobesismo’. Sobre quien además es la madre de su pareja, Victoria Flores, remarcó que “le tengo mucho afecto y respeto”, pero que “no tiene nada que ver con Hacemos Unidos por Córdoba”.

Miguel Siciliano - Mirá quién habla