“Dos italianos conversan en Roma, pero lo hacen en castellano. Un argentino traduce desde las sierras cordobesas unas letras en inglés. Dialogan sobre un hermano romano, educado en Escocia, rockeado en Londres, que resucita en Argentina, para cantar en Inglés mezclado con italiano y castellano. El lugar donde esta historia empieza son muchos lugares.” 

Roma, a la que Luca conoce desde niño, a la que vuelve fugado del colegio militar y aristocrático de Escocia, en la que prueba la heroína. Tarquinia, donde los Prodan tienen una casa de fin de semana, cerca del mar, que será su refugio y su lugar en el mundo durante su juventud. Londres que lo atrae y lo repele, esa ciudad donde el rock se convierte en furia punk y experimentación vital. Nono, ese paraje perdido de Traslasierras donde encuentra la recuperación y donde inventa la banda que revolucianará el rock argentino. Hurlingham, donde la cofradía de Sumo comienza a tocar y forjar el mito. San Telmo, el último sitio que Luca dejará para alejarse un poco más del suelo y del cielo, también. 

Esa cortagrafía errante que Luca cruzó sin identidades fijas, siempre nómada, va dibujando un destino donde las casualidades se borran para ir forjando el mito del antihéroe. 

“Se cagaba en las fronteras, en los nacionalismos y sus banderas. Se escapaba de los mapas. Se sentía atrapado cuando la vida se estacionaba en una parada geográfica. Como el protagonista de la novela de Albert Camus, esperaba que se cumpliera su destino, pero todo sitio le resultaba ajeno, salvo la propia existencia, precaria y única. La ética central del viaje de Luca siempre fue la de salir del contexto y de las condiciones circunstanciales, donde el azar nos hizo nacer; moverse para percibir lo diverso en su intensidad, y para luego, al final, volver a sí mismo. Siempre sintiéndose casero. Siempre siendo el extranjero”. 

Foto: Fernando Boschetti.
Foto: Fernando Boschetti.

Con Fabrizio Gabrielli, desde Italia, fuimos desandando esos pasos perdidos, con las historias que han sido escritas, filmadas, teatralizadas, con su voz rebosante de idiomas, y fuimos agregando nuevos relatos, con la ayuda de su hermano Andrea, custodio y multiplicador de la leyenda, con Lucas Lancise, un documentalista italiano que está preparando una película sobre Luca, con Massimo Luccioli, compañero de andanzas de su juventud, con Homero Prodan el sobrino argentino que hoy tiene una banda que está sonando en Europa. 

Cruzando miradas a través del gran charco, como lo hizo Luca, nos aventuramos como detectives tras un relato salvaje, que también es parte de la historia, esa que se escribe con mayúsculas, pero que es posible de describir en las vivencias personales y en las relaciones con con otros y con otras. 

“Los 70 en Italia, Inglaterra, Argentina: escalada de violencias y guerras psicológicas, huelgas y casas tomadas, dictaduras militares, secuestros y asesinatos, heroína. Y en medio de todo este cambalache, como arrastrado por la corriente, Luca”. 

Así los archivos históricos van enredando las crónicas de las Brigadas Rojas y el secuestro de Aldo Moro, las sensaciones de Joe Strummer llegando tarde a las exequias del Flower Power, el discurso ebrio de un dictador que llevó a la muerte a cientos de pibes en Malvinas, el recuerdo de Hebe de Bonafini cuando Luca asistía a las rondas de los jueves de las Madres de Plaza de Mayo. 

Esas historias que atraviesan la deriva prodeana, llegan hasta este 10 de diciembre donde presentaremos el podcast “No tan distintos” dentro del festival en homenaje al Tano rockero, con bandas versionando sus canciones, una radio abierta para conversar con periodistas locales, con tantos perseguidores de ese planeta pelado, que llegaran para ocupar por un día y una noche la Plaza Italia y renombrarla como Piazza Luca Prodan. 

Es que además los calendarios confabulan para que esta fecha nos vuelva a llevar a 1987. 

“Días antes de su muerte, Luca salió de la pensión de la calle Alsina y caminó hasta la plaza de Mato. Es el día internacional de los Derechos Humanos, se cumplían 4 años de la asunción de Ricardo Alfonsín, que ganó en las elecciones post-dictadura, y se realizaba la primera de tres jornadas convocadas por las Madres bajo el slogan Marcha de la Resistencia. Es que el presidente acosado por nuevos intentos de golpes de estado, había decretado las primeras leyes que consagraban la impunidad para muchos genocidas: Punto Final y Obediencia Debida.Luca se acercó a quienes trabajaban en el periódico del organismo y les dió una entrevista: “Soy un loco, o los demás me ven como loco, pero hoy vine aquí porque estoy por la vida”. “Los rockeros son egoístas, individualistas, solo quieren lucirse, y los derechos no les importan nada”. “La lucha de las Madres me parece justa, pero en la sociedad argentina hay un sentimiento de indiferencia que me espanta”. “Hay una mezcla acá, en esta marcha. Veo por un lado la solemnidad, el dolor, las madres tristes. Y por otro, gente que parece estar de fiesta. Pero yo no estoy de fiesta. Entre cánticos, bombos, banderas y proclamas, Luca dijo ni más ni menos que lo quería decir. Y luego volvió a desaparecer entre la gente.” 

Luca con Mollo. Foto: Fernando Boschetti.
Luca con Mollo. Foto: Fernando Boschetti.

Luca es un aleph, un punto que permite mirar como la música, el rock, la cultura popular, es un proceso de construcción colectiva. Allí donde hay una canción, hay muchas historias vividas y hay una semilla que alimenta futuras creaciones. 

“New wave, punk, reggae. Y las canciones de autor italianas. Y los stornelli, y la canción popular napolitana. El background cultural que traía Luca resultaba un imán para quien lo escuchaba hablar en un país tan lejano de las metrópolis europeas o del norte yanqui, en un clima represivo que censuraba todo lo que sonaba a rebeldía juvenil. Luca tenía una pedagogía rockera que le habría permitido decodificar un sonido revolucionario.” 

Así, aparecen los encuentros y desencuentros con el underground de los ochentas, los Redondos, Calamaro, Tom Lupo, los festivales multitudinarios y los recónditos sitios donde Luca brilló. Aparece su pelea con los estereotipos de la moda, con el macho argentino, con la industria cultural, con la propia tribu rockera. Luca se definía como un guerrero, y su lucha era existencial. 

Esta coproducción que consta de siete episodios, realizados entre Córdoba y Roma, el Instituto Italiano de Cultura y los Servicios de Radio y Televisión de la Universidad Nacional de Córdoba.

 “La respuesta a porque Luca Prodan se convirtió en un mito en Argentina, que no sólo impactó de lleno en la escena musical ligada al rock, sino en varias generaciones que absorbieron de su historia y su música, tiene su reverso: ¿Por qué Luca sigue siendo tan desconocido en Italia?” 

Foto: Fernando Boschetti.
Foto: Fernando Boschetti.

Este podcast, producto de una ardua investigación, de un obsesivo montaje de piezas sonoras, de un trabajo que conecta esa Italia que lo parió y está Córdoba que lo resucitó, busca crear nuevos interrogantes, más que para responderlos, para seguir viajando en ese misterio. 

“La muerte de Luca, no fue el final de su historia. Nadie es inmune al influjo de Luca. Su familia, sus amigos, sus compañeros de banda, y una inmensa minoría de personas de distintas generaciones siguen amando su música y abrazando su mito. Y cada vez se suman más. Incluìdos nosotros que estamos hablando ahora, que anduvimos escribiendo, y descubriendo, por semanas, su historia, y la de quienes lo rodearon en ese viaje”. 

(Las citas corresponden al guión sonoro escrito junto a Fabrizio Gabrielli) 

NO TAN DISTINTOS 

Un podcast sobre Luca Prodan 

Idea y realización: Fabrizio Gabrielli (Italia) y Pablo Ramos (Argentina) 

Edición: Tomás Tolaba 

Asesoría general y Revisión: Andrea Prodan Producción del IIC y los SRT-UNC

No tan distintos: un podcast entre Italia y Argentina detrás de Luca Prodan